Hemos llegado a un nivel tal de perversidad, que el honesto no puede participar de la cosa pública, y muchos ciudadanos se burlan del concepto de Patria. Se ha perdido de tal forma el norte, que se ha llegado a creer que hacer política es oponerse a todo lo que realiza el otro y el único modo de tratarse, es destruirse. Esta sociedad ha sido manipulada de tal manera, que unos y otros apoyan a unos "líderes" que difrutan viendo la destrucción, se creen con derecho divino sobre este territorio y ven la República como una finca personal, siendo la gloria del gentilicio, reducida a una banalidad hueca, que se puede comprobar cuando, al hablar con unos y otros de forma ecuánime y consciente de estas lacras mentales, es respondido con el odio propio del fanatismo.
El país todo está enfermo. Quienes somos conscientes de ello, vemos con tristeza como nadie se da cuenta.
Gracias por compartir.
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Nos ha tocado, como bien haces ver @xymaros, unos tiempos verdaderamente difíciles. Sin embargo, cito unas palabras del profesor Rafael Tomas, que me han servido mucho para vislumbrar cual es nuestra finalidad: "Cuando hablamos de realizar el bien común, el bien propio de la comunidad política, hablamos de una vocación, como en su momento hizo ver Pablo VI en la Populorum progressio. Quiero decir: no se trata de una tarea posible, un proyecto entre varios otros que podríamos elegir para nuestra vida y nuestra acción. Se trata de la tarea de nuestra realización personal".
¡Un abrazo grande y gracias por tu comentario!