Una vez tuve sueños, tenia la cabeza llena de ellos, metas, proyectos; estudiar, graduarme, ejercer, darles todos los gustos a mi madre y ayudar a todas las personas posibles, viajar, una familia... Creo que me brillaban los ojos cuando imaginaba esto, este futuro plasmado en mi mente sonaba fascinante y en un momento me vi en el, pensé que si lo lograría.
Hoy estos sueños son rotos, vacíos, hoy mi sueño se resume en uno... Ser feliz o vivir mi vida, realmente vivir, hoy sueño con no despertar en las madrugadas con las almohadas empapadas y que mis mañanas sean lindas, hoy sueño con sonreír, con reírme a carcajadas por mucho tiempo, con salir, hoy sueño con vivir.
No puedo aceptar que debo darme por vencida con la vida y entregarme a esperar al frío abrazo de la muerte, mucho menos salir corriendo a este si no llega de prisa; aunque esta idea en si me da algo de paz, esta idea de ya no pertenecer a este mundo me alivia por el simple hecho de ya no sentir tanto dolor, nefasto dolor.
Ya no tolero la idea de vivir aparentando estar bien, ya no quiero sonreír para que mis amistades piensen que estoy feliz, ya no quiero frenar el llanto que me ahoga en publico y ni hablar de comer sin gusto, sin ganas para que no se preocupen o piensen que es solo una manera de llamar la atención o dar lástima, ya no quiero hacer lo que no quiero, ya no quiero llorar a diario, ya no quiero arrodillarme a cada instante pidiendo a Dios ayuda, no quiero que duela, no quiero más dolor.
Hay personas que amo con mi vida y se marcharon, unas porque así lo quiso Dios, otra por su propia elección, hay unas otros que creo no interesarles y opino que soy una clase de desastre que camina por ahí, un error; pero no de los hermosos.
El dolor es en el alma aunque a veces se hace físico; he conocido todas sus matices, desolación, tristeza, rabia, miedo y la frustración de perder mi propia razón para luchar, conozco la ira el miedo y la negación de querer sentir cuando mi cuerpo no reacciona, perdí mi razón, motivos, me perdí y en este momento esta situación me hace cuestionarme; ¿Vale la pena seguir luchando? ¿Por que tengo que levantarme todos los días a enfrentarme al mundo? ¿Por que decido ir en contra la adversidad, la inflación, el dolor, la rabia, la maldad? ¿En serio vale la pena?.
Tenemos que pedir por los que luchan pero debemos pedir dos veces por los que ya no queremos luchar.
Quiero salir viva de este Abismo.
Esto es lo que soy y ahora tengo un sueño; hoy quiero ser feliz, hoy quiero vivir, pero no lo logro.
Meggie🍃