Un amigo tomó un plato lleno de restos de comida y los lanzó al descuido en su patio. En una pila de arena. Su intención era que sirvieran de alimento para algunos gatitos callejeros que acostumbran pasearse no solo por las calles sino de patio en patio buscando el sustento diario.
Entre los restos había varias semillas de sandía o patilla como la llamamos en Venezuela. Una de estas semillas germinó y está dando fruto. Tiene ya varias patillas que crecen con velocidad asombrosa y continuan saliendo flores, promesa de más frutos.
La intención de mi amigo fue DAR restos de alimento sin recibir nada a cambio y le tocó RECIBIR alimento nutritivo, sano y sabroso. Una enorme lección.
Pero mi llamado es a que toda persona que tenga un espacio de tierra ideal para ser cultivado...no bote las semillas de las frutas que consuma. De una sola semilla puede salir una planta que le dará muchas frutas...no resperdiciemos la tierra...no desperdiciemos la potencialidad de las semillas. Dentro de ellas puja la vida intentando desarrollarse, démosle la mano y creemos las condiciones mínimas necesarias para que puedan brotar y fructificar. Toda planta es útil ya que al menos fabrican oxígeno (Cuando no conocemos sus aplicaciones) y en este momento de carencia de alimentos...es una buena opción.
Fotos tomadas con celular Samsung .
Locación: Cagua, estado Aragua, Venezuela.
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