Quién podrá alguna vez ser capaz de dar cátedra de la felicidad, si al final de día, cada quién termina siendo feliz como le sale, como puede, como llega…
Como cuando lo mucho o lo poco sigue las leyes de la relatividad, y te das cuenta que no hay suelo seguro, que no todo es lineal.
Que lo normal a veces suena raro, y que lo lógico depende desde que árbol mires el bosque.
Que a veces la felicidad llega cuando podes salir de adentro del vaso de agua en el que te ahogaste ayer.
Que la ambivalencia constitutiva freudiana es aplicable a todo, y que aunque duela, es necesario resignificar la existencia de lo malo.
Aceptar que cabe la posibilidad de haber sido solo un impulso del otro, o no. Y aprender a convivir así, con la insoportable levedad del ser.
👌
¡wow! buena reflexión y bonita foto. saludos :)
Muchas gracias! Saludos!