Mi nombre es hades nací un otoño de 1984 en un pequeño hospital uneversitario, nací completamente muerto y luego de unos minutos de intentos desesperados por parte de un médico joven tomé mi primera bocanada de aire y arranqué a llorar desmesuradamente.
Meses después volvieron a ingresarme en un hospital con pronóstico reservado debido a una infección sanguínea y síntomas de raquitismo.
EL resto de mi infancia fue más o menos penosa y para un niño de edad temprana no es nada bueno y siempre te deja una mella, con siete meses de edad y estando mi madre separada desde hacía pocos meses unos dos o tres, llegó mi padre a casa de mi abuela con motivos un tanto extraños, su excusa fue que venía a ver a sus hijos, venía por que según el extrañaba vernos y puesto que mis hermanos estudiaban en un colegio interno solo estaba yo cosa que el ya sabía de sobra, mi madre en ese momento trabajaba y el aprovechó a salir conmigo a dar un paseo.
Llegó la noche y mi madre llegó tarde de trabajar y cansada, entró en casa de mi abuela y le preguntó que si yo dormía a lo que ella respondió que estaba con mi padre y ya se estaba demorando mucho.
Pasaron horas las cuales debieron ser interminables y caóticas para mi familia materna ya que según me contaron años después salieron todos en mi busca,
Personalmente no tengo nociones de aquella época y preferiría que hubiese sido asi ya que eso me a marcado profundamente, no me a marcado en un mal sentido ya que desde que tengo noción de eso trato de no ser ni hacer mal a nadie.
Transcurrieron unos cuantos meses de los cuales no sabría decir que pasó y todo cuanto me han podido contar son meras suposiciones ya que eso jamás quedó claro en ninguno de los juicios a los que siendo un niño me vi arrastrado por lo que a continuación relatare.
La cosa es que cuando mi padre vino a por mi las intenciones que tenía no eran las de pasear con su hijo, las intenciones eran entregarme a un matrimonio al cual me había vendido por un mísero millón de pesetas (6.000€) actuales,
Al parecer el matrimonio vivían en una pequeña localidad de mi comunidad autónoma, tenían mucho poder adquisitivo pero no tenían la posibilidad de concebir un vástago por mucho que al parecer lo intentaron.
Dicho matrimonio al parecer jamás se portaron mal conmigo y dicen que tuve todo lo que un niño de tan temprana edad puede tener, juguetes, comida, niñera etc...
Pasaron los meses y a su puerta tocaron varios agentes acompañados de una representante de servicios sociales, en ese momento el matrimonio fue detenido y yo custodiado a un centro propiedad de él tribunal de menores.
Días después recibí la visita de mi madre y de dos de mis tías, para ese entonces contaba con un año y dos o tres meses, al parecer y según me han contado salí corriendo si es que se Le puede llamar correr a los pasos torpes y acelerados de un niño de esa edad, bueno por donde iba... Salí corriendo a los brazos de mi tía pensando que ella era mi madre.
Con permiso voy a acelerar un poco el tiempo ya que se me hace muy duro tratar de recordar algo de aquella época, siento un nudo en la garganta y una ganas enormes de explotar y arrasar con todo lo que esté a mi paso.
EL tiempo fue pasando y me convertí en un feliz y despreocupado preadolescente con un sinfín de amigos y mi trauma pasado Quedó en segundo plano o más bien casí olvidado, para aquel entonces contaba con nueve años de edad y estaba apunto de enfrentarme a una de las imposiciones más duras de mi vida, debía irme a vivir a otra población con mi madre y su nueva pareja, cosa que me enfadaba sobremanera y trataba de impedir sin siquiera conseguir nada.
Llegó el día de mudarme y de despedirme de todos cuantos quería y conocía en mi vida, mi abuela, mis tíos y primos, compañeros y profesores etc...
Ese fue el momento más duro del que tengo constancia en mi infancia ya que lo primero que conté no lo recuerdo y solo se lo que me fue contado.
Llegué a la población donde me impusieron pasar al menos lo que me quedaba de infancia y adolescencia, fue bastante duro ir creciendo el primer año y más aún por mi negativa a abrirme a gente que trataba de hacerse amiga, salvo una persona que desde el minuto cero me hizo ver que no estaba solo y que me prestaría apoyo Incondicional durante el resto de mis días, al menos hasta ahora a sido así y eso que esa persona tiene su vida y apenas puedo verla una vez cada pocos meses, pero con ese poco merece la pena.
A la edad de 15 años y completamente enamorado de esa ciudad que pese a mi berrinche de niñato jamás quise aceptar, conocí la belleza de cada piedra y lo que los más de 2000 años de historia me iba contando a cada paso que daba, conocí historias, leyendas y como no! Conocí a la nieta de el arqueólogo que me enseñó todo lo que amo de esta ciudad.
Ella era una hermosa niña de 14 años y un hermoso cabello negro que hacía que el verde de sus ojos fuese la cosa más bella y penetrante que hombre o más bien niñato alguno pudo conocer, media unos 165 centímetros de altura y su inteligencia me hacía sentirme un completo inútil a su lado cosa que no es así ya que yo soy mucho más inteligente que ella jejejeje, la cosa es que en ese momento, el momento en que la vi pasar y saludar a aquel hombre que fue mi maestro y el único al que me había abierto y contado mi pésima vida hasta la fecha, en ese justo momento supe que me interesaban las mujeres y en cocreto ella.
Alicia que así se llamaba me traía loco, me tenía embobado cada vez que la veía y como no.... Me hizo ir día tras día después de salir de clases a la sala de restauración de el museo local donde el abuelo trabajaba y donde estaba seguro que muchas tardes podría encontrarla.
Pocos días después y aún sabiendo que podría ser imposible que dicha belleza se acercase a mi con otras intenciones, me arme de valor y le di un beso cerca de los labios aprovechando un pequeño descuido y acto seguido salí como alma que lleva el diablo, salí como un cobarde pensando que iba a morir a manos de esa ninfula de verdes y penetrantes ojos, cabello negro como el azabache y cara de muñeca de porcelana que lejos estaba de fijarse en un niñato flacucho, con granos y un complejo de inferioridad que en algunos momentos de mi actual Vida sigue aflorando.
Pasaron varios días en los que por miedo o vergüenza no aparecí por el centro de restauración, días que se me hicieron eternos y en los que me planteé el porqué de aquel acto inmaduro y cobarde por mi parte, me pasé las horas tumbado en la cama con una sensación de miedo por lo que aquella preciosidad pensase de mi y de placer por lo que me había electrizado todo el cuerpo aquel roce con esos labios tan tiernos.
Llegó el domingo y recibí una llamada de Juan (así se llamaba el abuelo de aquella hermosa niña de la cual y con miedo me había enamorado por primera vez en toda mi vida) sus palabras me dejaron en shock,
-Hades soy Juan, la cosa es que hoy el es cumpleaños de mi nieta y quisiera saber si ibas a venir puesto que ella me a insistido desde que se despertó esta mañana.
En ese momento un escalofrío recorrió mi cuerpo y torpemente respondí :
-jujuan estaría encantado de ir pero no se si mi madre me dará permiso y aun menos como ir a tu casa (Juan vivía en la montaña a unos 7 kilómetros de donde yo vivía), acto seguido Juan me respondió que el me recogía y que le pasara el teléfono a mi madre y el Le diría.
Pasaron dos horas y llegué a aquella casa de campo donde al llegar me recibió Laura (así se llamaba aquella chiquita que me traía loco) dandome un abrazo enorme que casi me funde con su cuerpo, acto seguido me preguntó el por qué de mi ausencia aquella semana, jamás respondí y me quedé inmóvil sin saber como reaccionar o que decir, entramos en el salón y ahí apenas habían 8 personas lo cual me extrañó ya que era un cumpleaños,
Pasó el tiempo y justo después de comer sus tíos y primos se fueron y el abuelo y los padres de ella empezaron a hablar entre ellos (cosas de adultos supongo), Laura me dijo de ir con ella a dar un paseo por el terreno que tenían lleno de árboles y donde había una pequeña piscina.
Accedí a sus plegarias y eso que estaba seguro que me iba a acribillar a preguntas, salimos a dar dicho paseo y justo cuando iba a abrir la boca y decirle que sentía lo que pasó me cogió de la mano y me dijo con un tono burlesco:
-entonces somos novios? De verdad que es eso lo que te tenía tan nervioso?.
No supe responder y aun hoy día no entiendo el por que somos tan tontos los jóvenes cuando nos interesa alguien, de verdad que es algo que no entiendo y a día de hoy sigo siendo igual de imbécil y crío cuando de verdad quiero a alguien.
Pasaron los meses y aquella relación de adolescentes se disipó como la niebla, la relación con aquella persona que me había hecho perder la cabeza, conocer lo que era el amor y perder la inocencia que hasta aquel entonces teníamos los dos.
Pasó el tiempo, tiempo en que tarde en "olvidar" aquella hermosa historia, la primera de mi vida, la historia que me hizo caer en otras relaciones la cuales buscaba eso que tuve y que cada vez me llevaban de nuevo a amores dolorosos y fríos, sexo, alcohol y días negros para mis estudios.
No fue hasta bien cumplidos los 17 que decidí volver a tomarme en serio mis estudios y aunque mi media jamás fue mala iba bajando gradualmente y me importaba una mierda todo aquello.
Decidí olvidarme de todo eso que en un principio fue tan bello y poco a poco se convirtió en un infierno pintado de alegría y fiesta y en el cual no recibí ayuda alguna de aquellos que se llamaban mi familia... Continuará....
M. B. M Nadie dijo que sea fácil 2018