Son controladoras y tienden a irritarse fácilmente.
Es deshonesta e intenta constantemente burlar las reglas para beneficiarse a él o ella misma.
Sienten verdadero placer en comenzar peleas para perjudicar a otra persona.
No sienten culpa ni remordimiento.
A pesar de que siempre quieren controlar las situaciones, a ellos no les gusta asumir la responsabilidad de sus actos.
Acostumbran a exigir mucho de los demás, pero no quieren ofrecer nada a cambio. Además tienden a demostrar desprecio o falta de interés sobre la vida de sus amigos, parejas o parientes.
Otra característica bastante común entre las personas malvadas es que siempre intentan instaurar un clima de competencia que genera incomodidad o hasta humillación.
Estas personas sienten satisfacción en promover el bullying y menospreciar a los demás. Normalmente son prejuiciosos.
Si notas estas características en una persona que conoces, ten cuidado, puedes estar frente a un individuo con malas intenciones. Siempre es mejor rodearse de amigos y conocidos que nos hagan bien y en los que podamos confiar, si esto no sucede con alguien, procura mantenerlo a la distancia.