Observa, pero no toques. Ten precaución con el cabello de una dama, peligrosa arma que usan para seducir, encantar y enamorar. De chocolate, de algodón de azúcar y de fuego, versátil y cambiante, sea cual sea su sabor y color, el cabello de una dama debe venerarse y ser objeto de adoración.
Si en la intimidad ella se hace una cola de caballo para vos, no la desperdicies, úsalo de forma inteligente porque ella te está cediendo el control de su placer. Tómalo y hazlo tu cómplice, es un instrumento, no sólo una parte más del cuerpo, porque si una mujer te da el honor de tocar su cabello, te felicito campeón, tienes derecho a enamorarte.