Tal vez todo es más sencillo y somos nosotros a quien nos gusta complicarnos la vida, cómo si esta no fuese ya demasiado difícil Una parte de mi, piensa que nos gusta estar tristes, no sé si para qué alguien intente hacernos sonreír o porque a veces nos queremos tan poco que una parte nuestra piensa que nos merecemos esa tristeza. No lo se, y tampoco creo que sea importante el motivo, creo que es importante cambiar eso. Y eso que soy de las que piensa que estar triste no es tan malo como parece, que hay que saber estar en el suelo para luego poder apreciar las alturas, que hay que caer mil veces, primero para aprender a levantarse, y segundo para ver quien está dispuesto a tumbarse contigo en el suelo. Pero nos estamos pasando. Nos enganchamos a todo lo que nos hace daño, casi ya sin saber si tenemos mal ojo para escoger a gente o si somos nosotros los que cuando vemos que alguien nos ignora; le hacemos el doble de caso, si cuando vemos que alguien nos está haciendo daño le queremos el doble, si cuando alguien nos trata como la mierda se lo permitimos. Y creo que ya está bien, porque todo es más sencillo que la mierda que nos venden en las telenovelas de medio día, donde seguramente la que más sufre será la protagonista, y siempre será por un chico que no sabe quererla, aunque tendrá un final feliz, para que intentes creerte que la gente cambia, que no importa lo mucho que sufras porque al final vas a tenerle solo para ti. Y no, por suerte o por desgracia la vida no viene guionizada, y no hay finales felices, no existen. Un final feliz sería una historia sin final, nada de perdices ni de boda en el ultimo capitulo, porque lo que no te cuentan es que seguramente un tiempo después volverán las dudas, y los fantasmas del pasado, y volverá a ser la pobre protagonista quien vuelva a llorar, y es que... lo siento mucho, pero quien te ha hecho daño durante un tiempo..Volverá a hacértelo, casi sin querer, pero lo volverá a hacer. Y repito, todo es mucho más sencillo. Se trata de marcharse del lugar que no nos quieren, aunque queramos quedarnos con todas nuestras fuerzas, se trata de querernos más y querer un poco menos, un poco mejor. Se trata de valorar a quien tenemos al lado y no a quien juega a eso de ahora si y ahora no, se trata de querer antes de perder, de apreciar antes de que sea demasiado tarde, de no conformarnos con el primero que nos venda una promesa que no va a cumplir, de perder el miedo a estar solos antes que mal acompañados, de empezar a descubrir que si tu felicidad depende de una tercera persona; no vas a ser feliz nunca. Se trata de vivir, de encontrar a alguien que desordene nuestra vida, pero para bien, que nos rompa todos los planes, pero por unos mejores, que nos haga sentir cosas que no hemos sentido antes, que nos haga llorar solo si luego se queda para hacernos reír de nuevo. Se trata de estar vivos, de equivocarse, de romperse en dos pedazos, de volver a unirnos, de ser la imbécil que vuelve a hablarle después de un tiempo, de estar vivos, pero no de ser gilipollas. Que una cosa es querer mucho a alguien, y otra dejar de te destroce, que una cosa es ser buena y la otra es que parezcas tonta. Que hay que ser un poco más valientes, más vivos, más reales. y querer más a quien nos quiere, y olvidarnos de dedicar tantas lágrimas a quien no nos regala sus sonrisas, que al final...nos centraremos tanto en estar tristes por quien no nos merece que se nos olvida que tenemos al lado gente esperando vernos sonreír. Y esos, esos sí que valen la pena y no aquel imbécil que te rompió el corazón, así que sal de ahí, que quien no supo quererte una vez; no sabrá hacerlo en las próximas, aunque te duela aceptarlo.