No lloró, lo cual en ella es un milagro.
Solo se limitó a respirar hondo y contar hasta cien para calmar la rabia.
¿Tan bajo había caído la humanidad?
Ella debía saberlo, pero no dejaba de sorprenderse.
¿De verdad existe gente a la que le haga gracia la idea de empujar a alguien al suicidio?
¿Tan horribles son las personas a su alrededor?
Apretó los puños fuertemente.
¿Por qué precisamente a ella le hacen tantos chistes sobre lo patética que según ellos es y el cómo su suicidio sería hilarante?
Golpeó la pared imaginando que era la cara de esos seres.
"Dios, este mundo está completamente podrido" pensó.
Ahora a los humanos hasta les excita pasarse de la raya con sus burlas.
Suspiró. "Algún día tendrán su merecido. Dicen que el karma es una perra".
Sort: Trending