Perdidos en sí mismos.

in #writing5 years ago (edited)

Era hace una vez, un abuelo y su nieto, el nieto, ya con sus 23 años con un trabajo, creía que podría estar como estaba para siempre.
Un día, fue a visitar a su abuelo...
Nieto- Hola abuelo, como te va? Veo que has estado leyendo... ¿Qué lees?

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Fuente

Abuelo- Nada, solo leí un par de libros sobre estrategias militares antiguas, ya sabes, cosas aburridas.- Dijo con levantando la ceja y con una sonrisa burlona- ¿Y tú? ¿Que has hecho últimamente? Sigues en ese trabajo aburrido seguramente, no haces nada fuera del trabajo, y también puedo adivinar que ni te interesa nada... Como siempre.
Nieto- Siempre lo mismo, siempre lo mismo, siempre que vengo haces lo mismo, no quiero venir para que me sermonees, no me gusta. Déjame ser...
Abuelo- Si te dejo ser, si te dejo estar, si te dejo seguir, te apuesto, que se te irán los años, como el caracol que cada vez que se establece y duerme una siesta, llega a dormir hasta 3 meses, nosotros, las personas, podemos dormirnos toda una vida- dijo el abuelo- no te duermas, ya van 5 años... ¿No te parece que ya es suficiente tiempo como para buscar algo más?
Nieto- ¿Qué tiene que ver un caracol que duerme con las personas que se duermen? Siempre tan tonto como siempre, seguro ya tienes demencia senil, no tengo ganas de seguir con la conversación, nos vemos.

El nieto, no entendió ninguna de las palabras que el abuelo le había transmitido, pero esa misma noche, en la que el nieto se fue a su casa, se acostó, aunque el nieto no quería pensar en nada, aunque estaba cansado y quería dormir, aunque los grillos avisasen de que la noche había llegado, la luz de la luna infiltrada desde las cortinas cerradas, diciendo que aún en la oscuridad de la noche puedes ver... Así fue la primera noche, y las siguientes noches eran iguales, cada vez, se fijaba en todos los detalles de la habitación, intentaba hacer que la luz de la luna no entrara, intentaba que los grillos no cantasen, intentaba tener todo ordenado, pero la luz de la luna seguía entrando, los grillos seguían cantando, la silla que está en la habitación, la sábana, creía que todo se le burlaba, a la quinta noche, cayó rendido, ya estaba muy cansado, ya no le importaba que la luz de la luna entrase, que los grillos cantasen, que la sabana caliente mucho, que la silla no esté en una posición correcta.
Durmió.
Y... Despertó.
Despertó en un gran lugar, en una casa que estaba en el bosque, con un arroyo muy cerca, la casa tenía el garaje que el siempre quiso, mientras seguía caminando por la casa, veía que ahí estaba todo lo que el quería, supo de inmediato que era un sueño, pero estaba muy contento, ya que sus pocos sueños, allí estaban cumplidos, pero, se dio cuenta que la casa estaba a la mitad, al intentar pasar por un pasillo, vio que estaba todo sin forma, no había suelo, no había techo, no habían paredes, no había nada, pero veía que se formaban, y desparecían objetos, no lograba comprender eso, de pronto se ve a el abuelo parado, el nieto que lo ve casi por accidente va flotando hacía el, y con una gran sonrisa le grita y dice:
¿Cómo estas?? ¿Qué raro es esto, no? Puedo flotar, puedo ir aquí y allá, pero creo que me aburriré, no hay mucho por hacer aquí.
El abuelo- ¿Ya estás diciendo que te vas a aburrir, y ni si quiera comenzaste a explorar éste lugar?- Dice el viejo negando con la cabeza y con un gesto de lástima.
El nieto- No me jodas, hasta en mis sueños siempre me haces lo mismo. Siempre criticándome, siempre molestándome, siempre diciéndome qué hacer. Ni en mis sueños me dejas en paz- Mientras dice ésto enojado, se deja de acercar al abuelo, se detiene, mira hacía la derecha y se desvía yendo para allí.

El nieto ignorando al abuelo decide seguir su camino, hasta que el viejo desaparezca, "total, es un sueño" decía en voz baja el nieto, rezongando, mientras tanto el viejo se acercaba de atrás y cuando el nieto miró para atrás con intención de verificar que el viejo hubiese desaparecido, el mismo le abraza y le dice en el oído:
Ésta casa eres tú, ésta habitación eres tú, ésta habitación donde nada tiene forma, eres tú... Por favor, no seas como yo.

¡Bliip, Bliiip!¡Bliip, Bliiip!

Empieza a abrir los ojos....
__ Toc toc__
-Llaman a la puerta, el teléfono, es de día? Dios... Voy a atender al teléfono...- Se levanta y va al teléfono, cuando hace eso, ve una carta que deslizan por debajo de la puerta, y aún así decide contestar primero el teléfono, aún viendo por la sombras de la puerta que las personas se iban. Entonces, cuando atiende a la llamada, era su prima.
Samiii, no sabes lo que pasó- dice con voz llorosa- El abuelo...
¿Qué pasó con el abuelo?!- Dice el Nieto abriendo bien los ojos.
El abuelo murió -dijo la prima, y ella vuelve a llorar mucho.-
Mientras tanto el nieto se queda paralizado, su respiración se vuelve muy profunda hasta que se puede mover de nuevo, un segundo para sentarse, en ese momento, de sus ojos empiezan a salir lagrimas, y su llanto es casi mudo, sufriendo en silencio, escucha que alguién esta diciendo su nombre, vuelve a tomar el teléfono y la prima le dice que debería ir para allí, el nieto contesta que sí, irá, luego después de colgar el teléfono, con muy pocas ganas, va hacía la cocina, que es donde estaba la carta, que cuando se percata que estaba allí, decide abrirla, cuando la abre, y la lee, se pone a llorar y con ira empieza a gritar, esta vez con sollozos y con mucho dolor se encierra en sí mismo, y, de pronto escucha una simple pregunta.
¿Y ahora, qué harás?
Luego de la pregunta recuerda todo el sueño que tuvo...
¿Qué debería hacer? ¿Qué quiero? ¿Qué sigue, ahora que no tengo nada?
Luego de unos segundos de silencio, escucha una respuesta, una respuesta, clara y simple: Tienes todo, haz y sé más que ayer.

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