Un día le comente a una amiga, que no creía en la existencia de ese Cielo al que todos supuestamente vamos cuando morimos, pensaba que no era mas que un consuelo ante un viaje sin regreso, para aquellos a los que la muerte de un ser querido, les dejó el corazón roto. Pero la misma vida me demostró cuan equivocada yo estaba y me hizo conocer, de una fuerza poderosa que es capaz de traernos de regreso a quien amamos, si así nuestra mente y corazón lo desean, quise esperar este día para compartir con quienes me conocen, un suceso en mi vida, y honrar así a quien hoy físicamente no está, pero está.
En mi reciente cirugía, cuando me pasan a la sala de recuperación aun estando totalmente sedada por la anestesia, comenzaron a hablarme para que me despertara, mi mamá y las enfermeras decían: Sarai, Sarai, una y otra vez sin lograr que reaccionara cosa que alarmó a los médicos, puesto que ya había presentado una complicación durante la intervención. Fue entonces, cuando mi mamá se percata de que lavanté mi brazo y con mi mano empecé como a tratar de jalar a alguien para que no se fuera, mi brazo según cuenta mi mama poseía una fuerza como la de alguien que esta totalmente despierto y no de alguien que ha pasado 5 horas bajo anestesia, en sincronía con eso empiezo a decir: Abuela, Abuela, Abuela, (con una gran claridad pese a estar operada de mi boca) y así mismo abrí los ojos, con una mirada de desesperación, que miraba a todos lados buscando a alguien.
¿Que sucedió? les cuento, y no creo que haya sido un sueño y me niego aceptar que sean efectos de la anestesia, anestesiado no se siente nada, y tampoco se puede soñar, ademas puedo recordar perfectamente todo porque yo estaba impactada y en mi asombro, (Porque yo soy bastante incredúla con estas cosas) puse alerta a mis 5 sentidos para asegurarme que todo era real, ví a mi Abuela, ella vestía su batica blanca con pequeñas florecitas de colores, es inexplicable como sentí la textura de sus manos con las mías, (y eran sus manos no eran otras) y su exacto tono de voz que me decía "Despierta mija, Despierta, Lo Lograste, Despierta que me tengo que ir” y pese a mis esfuerzo para que no lo hiciera soltó mi mano y la ví alejar por la puerta de la sala de recuperación, donde alguien que no puedo descifrar, la esperaba detrás de la puerta (estaba entre abierta) e insistentemente la apuraba, sus últimas palabra fueron “Dios te Bendiga, cuida a tu mamá”
Yo me agite un poco, y mi mamá entró en pánico por todo lo que estaba presenciando, pensó que era que yo me iba morir o estaba entrando en shock, pues no era así, simplemente mi Abuela acababa de estar ahí conmigo y yo no podía creerlo, no quería dejarla ir. Es cuando el Anestesiólogo, también consternado, (Todo esto lo sé, porque yo estaba perfectamente consciente) le dice a mi Mamá: “Tranquila todos los instrumentos están normales”. Mi Mama le dice: Está llamando a su Abuela, y se dirige a mi diciendome (Totalmente Desesperada): “Sarai ¿que pasa, que pasa por que dices eso?, pero yo solo miraba hacia la puerta, atonita buscando a mi Abuela; el Médico pregunta: ¿y donde esta la Abuela? “Tiene 5 años de fallecida, le responde mi Madre”; El Médico le dice: “Entonces ella, ha estado aquí, la ha estado cuidando, quedese tranquila (mientras seguía chequeando que todas mis funciones vitales estuviesen perfectas) esta niña, esta protegida por una gran fuerza que no puedo explicar, pero lo que se sintió durante toda la cirugía y se siente en este momento, no lo había vivido nunca antes en mi carrera”(Y se supone que los médicos son fieles solo a la ciencia, y que simplemente en cosas así no creen), pero asi fue!
Mi abuela la ví yo, no la vieron los Médicos, no la vió mi Mamá, porque esa fuerza de la que habla el Anestesiologo, no es otra cosa que el Amor, una Fuerza tan Poderosa que me la trajo de vuelta cuando más desee tenerla conmigo, o tal vez como dice Mi Mamá cuando más la necesitaba, vino a protegerme como lo hizo en vida, y asegurarse de que todo terminara de salir bien. Explicaciones científicas pueden haber muchas, pero para mi, y citando al Principito digo: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.”. Por eso nadie pudo ver lo que yo ví, pues ví con el corazón, a quien en esencia sigue viva para mi.
Al día siguiente mi Madre, quiso contarme lo que sucedió, y yo me le anticipé, narrando cada hecho, incluso mejor de lo que ella lo recordaba, (tal cual como se los cuento ahora), fue entonces cuando se sorprendió, y lloró por darse cuenta que no fue un sueño, ni una alucinación, ni efectos post- anestesia, pues lo que sucedió, fue real y la prueba estaba en que yo podía recordarlo todo, y hablar de ello con total propiedad y con la seguridad de que cada hecho fue puro y tangible. Simplemente, mi Abuela, vino a mi y vendrá siempre que la necesite, mi Abuela no se ha ido, ni se irá nunca, la Amé y me Amó tanto en su Plano Físico, que quedó atada a mi en su Plano Espiritual.
Hoy, hace 6 años que descansa en su Morada, pero ahora entiendo que Ahí, sólo está su cuerpo, ella sigue Aquí. El CIELO al que me dicen que se FUE, está ubicado en mi CORAZON y solo basta buscarla ALLÍ para encontrarla. Decir que no la extraño sería mentir, pero al menos ya sé que esta mas CERCA de lo que pensaba. Está AQUÍ, en Mi CORAZON, por Siempre Junto a Mi.
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