(English - Español)
This morning, November 9 of 2016, I woke up and grabbed my phone immediately. This time not to find out how many people had liked my last drawing or to talk to my boyfriend or some friend that I left hanging because I fell asleep, I did do it to turn off the alarm or to ask someone to let me know if the teacher had already arrived because I was running late. No, I woke up this morning and grabbed my phone to find out if the world was ending.
I know, it sounds a bit dramatic, especially when we put in perspective that I am an Argentinian living in Bolivia and that the elections are not taking place in my country of birth or residence. But the levels of anxiety that this election caused me, and the depression that hit me this morning upon realizing that Donald Trump had won, go far beyond self-interest or patriotism.
I will not begin to explain the many ways in which US elections affect the rest of the world socially or economically, I will not bother to tell you that markets worldwide are falling since yesterday night when we all started to suspect that Trump could win. Nor is it my intention to discuss the delicate state of world peace by placing the nuclear codes in the hands of an absolute mad man. No. What I want to express is my real concern, the lack of empathy and the obvious lack of basic human kindness that became so clear to me this morning. The result of the election hit me hard not because of what it means to have this man as president of one of the most influential countries in the world, but by the number of people who can support a man whose speech is one of absolute hatred.
Over the course of this year I had the crazy illusion that society was progressing globally. The renewed feminist movement, the many campaigns against racism, the many movements demanding freedom of action and expression beyond religion, and many other things gave me the false feeling that maybe we were starting to get somewhere with this new millennium. Sure, we could be a bunch of freelance hippies, but at least we were inclusive, free, understanding, FAIR. Finally something positive to highlight in the much criticized generation of millennials. Perhaps at least we were socially conscious people who were going to make a change, who were already making a change. Seeing people of all ages marching for so many good causes gave me the impression that someone had heard us. It gave me the impression that it was no longer me talking to my only four friends from high school about how fucked up the world was, with all the teenage angst and idealism that came with that age, but that a collective consciousness had been created and that we were finally going to move forward. How I would like to visit the Sofia of three days ago and shake her by the shoulders: WAKE UP!!
Over the past few months I have read more articles than I can count of people criticizing the Republican candidate for the presidency in the United States. I read, watched all the debates, I researched and I became horrified. I read about his comments full of machismo and misogyny, I read about his racist plans, about his phobia of the Muslim religion, about his rejection of the American Latino population, about allegations of sexual abuse against him, and so on. I read all that and I laughed "this man will never win". I was clearly underestimating the hatred that lies deep within the human being, the fear and selfishness. The reason why these elections are so traumatic for me is because of what I believe it means for the human being. Women preferred to vote for a man who directed only offensive and condescending words at them, but who was going to lower taxes, rather than to vote for a fellow sister. They chose to vote for a man who represents everything that is wrong with modern society, instead voting for a woman who was fighting for their rights, who was looking for a solution to the problems of minorities, who was fighting for the american people. Clinton is accused and probably guilty of corruption, but how can an educated person choose such a negative man over another corrupt president who at least pretends to do something for their people ... is simply beyond me.
I do not know how anyone who has had a history class on World War II could have chosen a candidate with a speech so similar to Hitler's. And sure, many say that it is nothing but words, that is all talk, that there will be no wall or religious test, no penalty for abortion or death to planned parenthood or any of those horrible things that he promised so passionately. I really hope so, and that it turns out to be a quiet presidency. But to me Trump is not something to be afraid of, for me what is really scary is the amount of people who are willing to make that bet, willing to bet all the social advances that the US has achieved to support the delusions of a man that is crazy with power.
Trump, you do not scare me. A loose madman can do very little damage, however rich he is. What I am afraid of is the lack of fundamental values of the American people, the hunger for power of the common man, and the example that it sets for the rest of the world. I am not afraid of the madman, but I am terrified by those who follow him.
Trump, no me asustas
Esta mañana, 9 de noviembre del 2016, me desperté y agarré mi teléfono inmediatamente. Esta vez no para saber a cuanta gente le había gustado mi último dibujo ni para hablar con mi novio o algúna amiga que dejé colgada por haberme quedado dormida, no lo hice para apagar la alarma ni para pedirle a alguien que me avise si ya había llegado el docente a clases dado que se me hizo tarde. No, esta mañana me desperté de un salto y agarré mi teléfono para saber si el mundo se estaba acabando.
Ya se, suena un poco dramático, sobre todo cuando ponemos en perspectiva que soy una Argentina viviendo en Bolivia y que las elecciones no se están llevando a cabo en mi país de nacimiento ni de residencia. Pero los niveles de ansiedad que me provocó esta elección, y la depresión que me golpeó esta mañana al ver que había ganado Donald Trump, van mucho más allá del interés propio económico o del patriotismo.
No voy a entrar a explicar las muchas maneras en la que las elecciones en Estados Unidos afectan al resto del mundo social o económicamente, no voy a tomarme la molestia de comunicarles que los mercados están en caída desde ayer a la noche cuando empezamos todos a sospechar que Trump podía ganar. Tampoco es mi intención discutir sobre el delicado estado de la paz mundial por poner los códigos nucleares en manos de un hombre absolutamente descabellado. No. Lo que yo quiero expresar es mi verdadera preocupación, la falta de empatía y la obvia falta de bondad básica humana que se hizo tan clara para mi esta mañana. El resultado de las elecciones me pegó fuerte no por lo que significa tener a este hombre como presidente de uno de los países más influénciales del mundo, si no por la cantidad de gente que puede apoyar a un hombre que tiene un discurso tan lleno de odio.
En el transcurso de este año me hice la loca ilusión de que globalmente la sociedad estaba progresando. El renovado movimiento feminista, las muchas campañas contra el racismo, los muchos movimientos exigiendo una libertad de acción y expresión más allá de la religión, y muchas otras cosas me dieron el falso sentimiento de que quizás estábamos empezando a llegar a algún lado con esto del nuevo milenio. Si, por ahí éramos una parva de hippies freelancer, pero por lo menos éramos una parva inclusiva, libre, comprensiva, JUSTA. Por fin algo positivo que encontrarle a la muy criticada generación de millennials. Quizás por lo menos éramos personas con conciencia social que íbamos a lograr un cambio, que ya lo estábamos logrando. Ver a gente de todas las edades marchando por tantas causas justas me dio la impresión de que alguien nos había escuchado. Me dio la impresión de que ya no era yo hablando con mis únicos cuatro amigos de colegio sobre lo jodido que estaba el mundo, con todo el teenage angst e idealismo, sino que se había creado una conciencia colectiva y que finalmente nos íbamos a mover todos para adelante. Como me gustaría visitar a la Sofia de hace tres días y agarrarla a cachetadas: DESPERTATE MUJER!!
Durante los últimos meses leí más artículos de los que puedo contar de gente criticando al candidato republicano para la presidencia en Estados Unidos. Leí, mire todos los debates, me informé y me horroricé . Leí sobre sus comentarios cargados de machismo y misoginia, leí sobre sus planes racistas, sobre su fobia a la religión musulmana, sobre su rechazo a la población latina estadounidense, sobre las acusaciones de abuso sexual que se hicieron en su contra, etc. Leí todo eso y me reí “este hombre nunca va a ganar”. Claramente estaba subestimando el odio que yace en el fondo del ser humano, el miedo y el egoísmo. El motivo por el cual estas elecciones son tan traumáticas para mi es por lo que significa para el ser humano. Mujeres prefirieron votar por un hombre que no dirigió más que palabras condescendientes y ofensivas hacía ellas, pero que iba a bajar los impuestos, a votar por una hermana. Eligieron votar por un hombre que representa todo lo que está mal con la sociedad moderna, antes de votar por una mujer que estaba luchando por sus derechos, que estaba buscando una solución para los problemas de las minorías, que estaba luchando por la gente. Clinton es acusada y probablemente culpable de corrupción, pero como puede un pueblo educado elegir a un hombre tan negativo sobre otro presidente corrupto que por lo menos pretende hacer algo por su gente… simplemente me supera.
No se como cualquier persona que haya tenido una clase de historia sobre la segunda guerra mundial, pudo haber elegido a un candidato con un discurso tan comparable al de Hitler. Y está bien, muchos dicen que es pura boca, que es todo palabrerío, que no va a haber muralla ni examen de religión, ni penalización por el aborto ni muerte a planned parenthood ni ninguna de esas cosas horrorosas que prometió tan apasionadamente. De verdad espero que así sea y que resulte ser una presidencia tranquila. Para mi Trump no da miedo, para mi lo que da miedo es la cantidad de gente que está dispuesta a hacer esa apuesta, que está dispuesta a apostar todos los avances sociales que han alcanzado para apoyar los delirios de un hombre enloquecido por el poder.
Trump, no me asustás. Un loco suelto puede hacer muy poco daño, por más plata que tenga. A mi lo que me da miedo es la falta de valores fundamentales del pueblo estadounidense, el hambre de poder del hombre común, y el ejemplo que esto le da al resto del mundo. No le tengo miedo al loco, pero me aterran los que lo siguen.
Hispanic unemployment is at record lows thanks to President Trump.
The labor market is tightening, wages are beginning to rise, and America is becoming safe because the Latino drug cartels are being expelled, and border security is improving.
If you think this is bad, and that Trump is a monster, why not move to socialist paradise Venezuela, where the rich get taxed 90%, and there is mass starvation?