De Ciudad Bolívar a Caracas: Una historia que contar

in #cervantes7 years ago

Ese día, como todos los días, salí de casa para el trabajo. Y como todos los días, me encontré con que no había transporte público y que el metro tenia retraso. Y es que desde hace unos meses y debido a la falta de repuestos, muchas unidades de transporte ha tenido que cesar sus servicios lo que ha llevado a que la gente use mas el subterráneo encontrándose que éste también está sufriendo sus propias penurias.   

Y aquí es donde comienza la verdadera historia del día. El tren se detuvo en la estación Los Dos Caminos y después de unos minutos se anunció que el mismo no continuaría prestando servicio comercial debido a una explosión en un tren en la estación Chacaito.    

Salimos del tren y la estación estaba completamente llena de personas por lo que decidí caminar hasta el trabajo. En ese momento una señora se me acercó y me preguntó si yo sabia llegar hasta Parque Cristal y le dije que hacia allá iba por lo que podia venirse conmigo.    

La señora Ana, como la llamaré en este relato para proteger su identidad, me comenta que viene desde Ciudad Bolívar a cobrar su pensión porque allá los bancos no tienen efectivo y los pocos que una funcionan están tomados. Y es que la señora Ana hace este trayecto todos los meses y que su odisea para llegar a la ciudad es todo un cuento para valientes.    

La señora Ana toma los autobuses del Sistema Integral de Transporte Superficial (Sitssa) ya que son los más baratos (entre 40 y 50 mil bolívares) pero para ello debe pernoctar en la terminal desde la noche anterior a su salida y dormir sobre un cartón en el suelo y arroparse con una cobija pequeña porque sino pierde la oportunidad ya que muchas veces los choferes revenden los pasajes. “Llegas en la noche y te anotas pero tienes que igual estar pendiente porque los mismos choferes venden los puestos aparte”, comenta mientras hacemos el camino a la vez que explica que no puede permitirse usar otra línea de autobuses ya que los precios oscilan entre los 300 y 400 mil bolívares. “Imagínate, nos pagan una miseria de pensión y eso no alcanza para nada”.   

También me cuenta que su esposo acaba de recibir su pensión por primera vez pero tiene que venir a la ciudad capital para abrir la cuenta. “Allá no se pueden hacer esos procesos porque está todo muy trancado”   

En cuanto a la alimentación, la señora Ana me comenta que ellos mismos siembran lo que comen. “Mi esposo sabe pescar, entonces él va al río y me trae pescados muy buenos, grandes”, comenta muy satisfecha.   

“Nosotros sembramos de todo, allá se puede cosechar cualquier cosa, hay buena tierra pero ya me da miedo la yuca porque ahora sale mala. Esa yuca es venenosa” dice haciendo referencia a la ya conocida yuca amarga que ha cobrado victimas en todo el país.   

Y finalmente llegamos a nuestro destino, ella me dice que sus hijos se han ido del país a buscar mejores oportunidades porque aquí ya no se puede vivir. Se despide de mí con una sonrisa, un abrazo y muchas bendiciones.   

Subo las escaleras de Parque Cristal y, sin poder evitarlo, volteo para ver a aquella señora que me dejo un gran aprendizaje, los venezolanos somos guerreros incansables.     

Sort:  

Este relato me dejó en schok. Venir de Ciudad Bolívar a Caracas a cobrar la pensión y de paso pasar penurias para abordar los buses rojitos... Nooo pana, esto tiene que acabar ya.

Así es amiga @lenyscarolina! La señora me contó que tiene que venirse todos los meses ¡Una locura!

Muy conmovedor y veridico. Oremos por nuestro pais. Esto debe cambiar

Tal cual @yrmaleza! Es que yo me quedé loca con lo que me contó esta señora que me llegó al alma.

Que terrible... Dos o tres problemas en uno solo. Como es posible que nuestros abuelos pasen por estas situaciones.

Es así @hectorcortez7! Yo no sabia que decirle, esta señora ha dormido en el piso de una terminal!

¡Cuanta impotencia!

Esta realidad que viven algunos venezolanos es para echarse a morir, pero afortunadamente siempre somos superiores a los retos que enfrentamos.

Es incomprensible que alguien deba recorrer en medio de tropiezos y abusos, más de 550 km para poder cobrar una miserable pensión.

Estamos mal, muy mal.

Es así @luijos02! Cuando esa señora me contó su historia no pude evitar escribirla, todo el mundo tiene que conocer la realidad de nuestros abuelitos.

Quedé impactada, definitivamente Breton diría, nosotros inventamos el surrealismo, mientras los latinoamericanos no lo imaginan, lo viven. En el caso de Venezuela la realidad supera hasta la ficción. Ni el colombiano Gabriel García Márquez hubiese imaginado tanta realidad.

Es que ni en las más locas historias se ha podido contar algo como esto amiga @lamorrocoya! Esta señora es un ejemplo de lo que muchos tienen que hacer para poder cobrar unos cuantos billeticos que no le alcanzan ni para las medicinas

Es un desgaste físico, emocional, brutal... me hace pensar en quienes emigraron o sobrevivieron la guerra, haciendo de Europa el lugar que es... pero temo que las cosas no se aprenden tan rápido. Tuvieron dos guerras y aún hay extremistas...

Tal cual amigo @jeanfreddy! Esperemos nosotros superemos pronto esta guerra que ya estamos viviendo.

Muestra de lo que vivimos. Historias que se repiten, una peor que otra.

Así es @erikabriceno. Yo quise contar esta historia para que el mundo sepa lo que estamos padeciendo