¡Cuanta impotencia!
Esta realidad que viven algunos venezolanos es para echarse a morir, pero afortunadamente siempre somos superiores a los retos que enfrentamos.
Es incomprensible que alguien deba recorrer en medio de tropiezos y abusos, más de 550 km para poder cobrar una miserable pensión.
Estamos mal, muy mal.
Es así @luijos02! Cuando esa señora me contó su historia no pude evitar escribirla, todo el mundo tiene que conocer la realidad de nuestros abuelitos.