Ah, @Marpa, este cuento es uno de mis favoritos. Te confieso que yo también soy muy fósforo, pero uno aprende luego de achicharrarse el cabello muchas veces :D
Mocaccino aprendió muy bien la lección, pero insiste en cazar a Pancho (un pajarito que nos visita todos los días en la mata de mango del patio). Estamos trabajando en eso. Gracias por tu comentario tan bonito; me entusiasma mucho :)