Saludos, @irvinc.
Bienvenido a la familia de @equipocardumen. Agradecemos tu contribución a este número 5 de #Periplos.
Muy interesante tu artículo. Voy a pecar de polémico acotando algunas líneas y lo hago movido visceralmente por el contacto de la calle que cada vez se ha vuelto más hostil, esa es mi evidencia empírica, aunque no articulada en términos científicos y, obviamente, sujeta a interrogación y revisión.
Creo que las razones por las cuales algunos verbos son usados o conjugados mal es porque son irregulares (eso los hace difícil para todos). La corrección va a darse en la casa y a reforzarse en la escuela. Ahí el factor socio económico va a jugar un papel importante porque en los círculos de estratos (en otros tiempos hablaríamos de superiores) con más recursos, cabe la posibilidad de que esa corrección se dé de forma más reiterativa hasta erradicar el "error".
Por el contrario en los estratos menos favorecidos, tanto casa como escuela suelen faltar a su labor "correctiva" y se fosiliza el "error" hasta que el individuo, por decisión consciente decide o no hacer algo al respecto.
A partir de allí produce una interpretación del mundo en la que los sujetos no se pueden pensar si no es en el marco de una trama alimentada permanentemente por una vivencia matrirrelacional.
No sé hasta qué punto esa trama en torno a la madre (si entendí bien el término) influya de manera determinante. El pensarse en comunidad, en inclusión, debería estar acompañado de otras conductas igualmente loables, lo cual yo no estoy seguro que sea el caso en nuestra Venezuela de hoy.
la realidad es una gran telaraña de complejidades, esquiva a ser descifrada plenamente.
En eso estoy plenamente de acuerdo y, precisamente por las contradicciones de los grupos culturales a los que a veces se les atribuyen ciertas virtudes o defectos, es que se dificulta asumir cualquier postura concluyente.
no dejarse llevar por pretensiones de superioridad, sobre todo cuando estemos en presencia de sujetos que pueden tener una forma de ser/pensar más allá de nuestra comprensión.
Yo creo que si lo limitamos a los lingüístico, obviamente el complejo de superioridad por parte de aquellos que "hablan bien" (pero piensan mal) o de inferioridad, por parte de aquellos que "hablan mal" (y suelen pensar igual de mal en relación a los "sifrinos") siempre va a estar presente. Los que "hablan mal", a quienes el bullying los ha hecho muy conscientes de su "handicap" social, al punto que a veces para sobrecompensar hablan "pior" a propósito, pueden optar por jactarse de "ser del barrio" y alardear que lo que les falte en buen hablar les sobra en bravata, o asumen su lenguaje como algo que debe acercarse al estándar para evitar más discriminación (entendiendo que las apariencias si no engañan por lo menos ayudan).
Obviamente está mal que alguien se crea superior por el solo factor lingüístico. Sobran los casos de gente muy "bien hablada" que son despreciables seres humanos, y de gente humilde, de hablar tosco y "marginal", con valores y virtudes envidiables. El problema se agrava cuando el "mal hablar" va acompañado de mal actuar, lo cual en esta Venezuela de hoy, con el agrandamiento de la brecha soco-económica y el empobrecimiento de la educación pública, especialmente en los centros rurales y urbanos más desposeídos, se ha vuelto la regla y no la excepción.
En todo caso, el respeto por las diferencias culturales, siendo el habla una de ellas, suele chocar con las esdandarizaciones que los grupos sociales establecen como parte de las normas de convivencia e inclusión.
En Steemit se ve marcadamente cuando se insiste, por ejemplo, en la ortografía, la gramática, los signos, todos bien usados, como marcadores de calidad para un post. Yo, que soy más descuida'o que el carrizo con esos detalles, y que me encanta recurrir al habla común, he sufrido bastante cada vez que publico.