Ronald, un joven que no tuvo una infancia muy grata, hoy ve la luz del sol tras una pequeña ventana. Ventana que lo aparta del mundo real, ventana que lo hace recordar las cosas que pasó de joven, sus acciones y sus consecuencias.
Hoy ya han pasado 8 meses, desde que por iniciativa propia se interno para realizar una desintoxicación. El sabe que el camino no fue fácil, pero aun así cree que el futuro le puede sonreír. Sus malas acciones lo condenaron y lo hicieron blanco de muchas críticas, pero lo que más llama la atención es que fue él quien dio el primer paso.
Hoy su madre lo espera a las puertas de la clínica, donde aprendió a vivir sin el consumo de alcohol y con una lágrima en el rostro lo abraza, lo besa y le abriga. El solo desea volver a su vida, pero de manera sana.
El alcoholismo es una enfermedad, que solo es curable cuando el paciente, asume su condición y busca ayuda, esa es la realidad de Ronald, quien lucho desde lo interno y le espera un mundo externo lleno de nuevas experiencias…
Todos pueden tener una segunda oportunidad, lo principal es que deseen conseguirla y esa fue la diferencia de Ronald, iniciativa y una familia que nunca lo abandono…