En la cocina de su pequeño apartamento, bajo la tenue luz de una bombilla, Ana prepara la mesa para cenar. No tiene hambre, pero sabe que tiene que comer algo. De pronto, sus ojos se fijan en los platos que acaba de colocar. Entonces rompe a llorar. Ya han pasado dos años desde que falleció su querido esposo y, sin darse cuenta, ha vuelto a poner la mesa para dos.
Por eso que El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida de un ser querido, aunque es una etapa difícil, SOLO quien ha pasado por ese amargo trance puede comprender lo mucho que duele. Se trata de una experiencia tan dura que la mente humana necesita un tiempo considerable para asimilarla.
Es cierto que, cuando perdemos a un ser tan amado, la vida no vuelve a ser la misma. Con todo, son muchas las cosas que aún podemos hacer por los demás y que pueden devolvernos la alegría de vivir.
Corto relato, pero que describe y sugiere muy bien la tristeza que trae consigo la muerte de un ser querido, el proceso de duelo y el hecho que aún cuando la vida continúe, el dolor de la ausencia del ser querido siempre está contigo...