Lo prohibido se vuelve apetecible, por eso la prohibición estricta no siempre es un buen plan. Es mejor que consigan en los padres a ese aliado que los guíe en el camino, a que lo consigan en un extraño que claramente podría tener otras intenciones.
Me parece genial esa regla de aprender cosas nuevas como requisito para ganarse eso que tanto desean. En el fondo es un ganar - ganar.