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En aquella época, incluso hubo un chiste de que se debería hacer obligatoria que los candidatos a cargos políticos se sometieran a una ronda de este juego por varios niveles, para demostrar que la persona (y su equipo de trabajo) tenían las capacidades para administrar una ciudad y no arruinarla.

Es como la idea de usar un simulador de avión para que los pilotos de aeronaves aprendan, eso es más seguro y económico que hacerlo volar en aviones reales mientras están aprendiendo. En este caso de Sim City, parecía una buena idea para ver si los candidatos y sus equipos tenían lo mínimo necesario para no hacer un desastre.

Todo eso quedó como chiste, pues nunca se llevó a cabo.