Querida Luisita, esto solo se trata de ser humanos, si realmente lo somos, nos va a doler. Dicen que cuando somos madres, todos los hijos del mundo son nuestros y creo que es así.
Afuera seguiremos alzando la voz y seremos la voz de aquellos que adentro no pueden alzarla.
Y desde acá sólo podemos decirles "gracias". Seguiremos orando porque algún día puedan volver, al menos de visita a disfrutar algún paisaje de nuestra Venezuela hermosa.
Saludos con cariño Eli.