Un día simplemente me levanto, coloco un pie en el suelo y el dolor me hace volver a la cama. Es ese día en que el cuerpo me dice que no, aunque en mi mente tengo mil cosas por hacer, proyectos en los que estaba trabajando y disfrutando de como las cosas iban marchando, pero ahora mi cuerpo tiene el control y aunque soy una persona de fortaleza mental, entiendo que no todas las batallas se pueden ganar y no queda más que ser paciente, aunque no se acepte.
El mundo sigue avanzando, no te espera y eso puede llegar a ser una causa de estrés, porque está el deseo de querer hacer, de no aceptar la situación, pero la realidad va más allá. Estaba por ver un sueño cumplirse, estaba ahí a la vuelta de la esquina, pero ahora me toca esperar un poco más. Si llevo años esperando, unos días más no importan, ¿cierto?
En este momento, cuando las cosas se han detenido para mí, han sido días de reflexión. Estar una semana en cama no ha sido fácil. He querido estar cocinando, haciendo tantas cosas, pero ahora las prioridades son otras. Han sido 3 meses difíciles y cuando comienzo a ver la luz al final y escucho esa música de satisfacción, se comienza a alejar de nuevo la luz, pero no se me va a escapar, solo me detuve a descansar un poquito.
Este tiempo me ha servido para reflexionar también y desarrollar empatía por aquellas personas que padecen enfermedades muy serias y están postradas en cama por meses. Yo con casi una semana, por mi mente han pasado tantas cosas, pero tantas cosas, que he entendido que no es fácil mantener los ánimos, espera que otros hagan cosas por mí y así, pasar a un estado pasivo que, si no se sobrelleva bien, te comienza a comer por dentro.
Esta semana se me han presentado una cantidad de oportunidades, a veces me parece como algo cruel del universo, como para recordarme que no puedo y que me estoy perdiendo todas esas cosas, pero también trato de verlo como una forma de que esas cosas me esperan, que está semana me pierdo esas, pero vendrán muchísimas más. Mantener una buena actitud, en medio de las dificultades, depende mucho de hacia dónde me estoy enfocado y, aunque a veces me voy por lo caótico, prefiero quedarme en la esperanza o eso intento.
Agradezco tener buenas amigas, todos los días me escriben para saber cómo estoy y hablan conmigo durante todo el día y creo que eso ha sido en parte clave para no caer en depresión. No les voy a mentir, quiero gritar, pero para no parecer loco, mejor escribir y drenar emociones porque sino se acumulan y es peor luego. Qué bueno es tener un blog para escribir, aunque siempre lo podemos hacer en cualquier lado.
No queda más que aceptar cuando la vida hace una pauta, aunque esa pausa sea solo para mí, porque el mundo sigue girando. No todo es malo, a veces es necesario descansar, así sea un descanso forzoso y luego volver con más fuerza y así poder llegar más lejos. Prefiero poder verlo así, enfocarme esa manera y tener esperanzas. Si al final las cosas son peores, no terminé estresandome antes de tiempo. Un día más y un día menos, sigo contando...
Todas las fotografías fueron tomadas por mí con un Realme 7 pro. No autorizo a nadie reutilizarlas.
Sí, es cierto que mientras más nos arropa la necesidad de realizar algo surgen acontecimientos de salud y te quedas estancando. Pero ese tiempo sirve tambien para reflexionar. Que mejore pronto.
No sabes cuanto te comprendo José, todo lo que sientes lo he estado sintiendo, es fuerte, es una lucha interna para no dejar que nuestra salud no nos deje cumplir metas, pero el organismo es sábio, él se va a encargar de hacernos saber cuando obligarnos a parar antes del colapso. Estamos en las mismas amigo, hay que descansar, lamentablemente tenemos que obligarnos a eso, ya esas metas llegarán un poco más adelante.
Te abrazo mucho mi querido Master Chef, todo va a estar bien 🫂💕