Mi querido amigo José, lamento enorme mente por las circunstancia que estás viviendo, un dolor que solo se puede sentir cuando se vive, y aunque por un por ahora, nos toca seguir viviendo estos momentos que causan tanto dolor, pero con la esperanza amigo que tanto tu cómo muchos otros volverán a ver a sus seres queridos que hoy nos lo arrebata la muerte, por la promesa de nuestro Díos. Pero queda en nuestra memoria, aunque no tuve la dicha de conocerla, pero por medio de los escritos de tu hermano y el tuyo, llegué sentir que fue una hermosa mujer con un corazón dado por ayudar a los demás y de siempre desgastarse por su familia al darles tan hermoso ejemplo. Un abrazo mi amigo José desde la distancia.
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¡Gracias! nos queda aferrarnos a la promesa de vencer la muerte y estar de nuevo con aquellas personas que amamos en esta vida. Esa promesa nos permite encontrar paz y seguir. Gracias por escribir.