Tienes mucha razón amiga, los que hemos tenido la suerte de vivir en zonas rurales o en campos, hemos podido experimentar un contacto más directo con la madre Tierra, y es la experiencia más satisfactoria que podemos tener, hasta el punto de convertirla en una acción curativa porque sentir su olor al contacto con la lluvia es algo delicioso, es vivir, es renacer, es sanar.
Me encanta cómo lo relatas, y te confieso que me transporté hasta esos sitios paradisíacos que mencionas.
¡Gracias por compartir esta experiencia!
Gracias @annafenix por tu agradable comentario. Saludos