Quise colocar una música que me ayudara a evocar mejor a mi abuela, pero no la encontré y me di cuenta en ese momento, que ella como que no cantaba mucho o en su defecto tarareara alguna melodía. Pero sí lo hacía cuando cargaba a alguno de los nietos más pequeños, los ponía a bailar en sus piernas y le ponía una letra graciosa a alguna canción del momento.
Voy a traer a mi abuela con los aromas: tabaco, café recién colado, sopa de gallina y arepa hecha en fogón. Mi abuela fumaba tabaco, lo hacía por gusto solamente, hasta que ella misma lo dejó, ya mayor, cuando vio a escondidas, el procedimiento médico que le hicieron a una compañera de cuarto, una vez que estuvo hospitalizada.
Mi abuela tenía 45 años cuando yo nací. La recuerdo de cuando yo tenía siete años, porque nos mudamos a su casa y me tocó convivir con ella y los tíos, mientras mis padres construían la suya, bastante cerca de la de ella. A partir de esa edad la casa de la abuela se convirtió en el lugar preferido, porque allí podía ir a jugar con los primos cada tarde.
Por ser la mayor y secundar los juegos y ocurrencias de los primos me gané mis buenas reprimendas y hasta un sobrenombre muy incómodo para mí. Corríamos por ese patio y le dañábamos las plantas, (ahora entiendo el enojo), o se lastimaban los más pequeños. Fue una buena época, pese a todo.
La señora con el niño es mi abuela y a su lado yo a mis siete años.
Mi abuela me dio varios consejos, que apliqué en mi vida, y se los agradezco. Ella no era muy cariñosa conmigo, pero es que en esa época no eran muy frecuentes los abrazos y apapachos, (por lo menos no en mi familia) solo al llegar el 31 de diciembre, a las doce de la noche, la abrazaba para desearle el feliz año.
Las tardes de los domingos en casa de ella eran muy divertidas, llegaban familiares a visitar y el concepto de familia numerosa se sentía. Todo eso se perdió cuando ella partió. Prácticamente la familia se disolvió.
Conservo muchos recuerdos de mi abuela, uno de ellos: su mirada a la distancia, con los ojos entrecerrados, con el cabo de tabaco en los labios, un suspiro profundo que con frecuencia remataba con la expresión «ah mundo», la alargaba con una entonación muy de ella, o a veces con una carcajada sonora y alguna expresión de picardía, como que recordaba algo muy gracioso.
Su cabello largo, blanco, que recogió de la misma manera, en un pequeño moño, hasta el final de sus días, y con algo de sobrepeso. Nos enseñó a jugar barajas, le gustaba hacer trampas, porque siempre quería ganar. Reía mucho mientras jugaba: «carga la burra» «caída», y otro donde acomodaba las barajas en una especie de ángulo, recostado cada mazo del otro y había que sacar con cuidado la baraja para no tumbar la estructura, sí eso ocurría se provocaban las burlas con chanzas al perdedor, o a quien le saliera una carta en particular, que indicaba que uno estaba sucio y apestoso.
Era conversadora y jocosa, imitaba las voces y gestos de la persona a quien se refería, y nos hacía reír. La preparación de algunos alimentos, como la hallaca o el asado negro, que se hace en navidad, tenía una sazón exquisita, siempre tratamos de que nos quede como el que ella hacía.
Estoy participando en la iniciativa de @tibaire, y ha sido muy agradable este viaje a la infancia para recordar a la única abuela que tuve.
Invito a: @giocondina y @lilianajimenez, quien sé que le va encantar recordar a su abuela.
Gracias por tu amable lectura.
Mi contenido es original
Imágenes propias editadas con mi teléfono.
Traductor Google.
10% para la comunidad @holos-lotus.
English Version
I wanted to play music that would help me better evoke my grandmother, but I couldn't find it and I realized at that moment that she didn't sing much or hummed a melody. But she did do it when she was holding one of her youngest grandchildren, she would make them dance on her lap and she would add funny lyrics to some song of the moment.
I'm going to bring my grandmother with the aromas: tobacco, freshly brewed coffee, chicken soup and arepa made on the stove. My grandmother smoked tobacco, she did it just for pleasure, until she herself gave it up, when she was older, when she secretly saw the medical procedure that was done on a roommate, once she was hospitalized.
My grandmother was 45 years old when I was born. I remember her from when I was seven years old, because we moved to her house and I had to live with her and her uncles, while my parents built theirs, quite close to hers. From that age onwards, her grandmother's house became her favorite place, because there she could go and play with her cousins every afternoon.
For being the eldest and supporting the cousins' games and jokes, I earned my good reprimands and even a nickname that was very uncomfortable for me. We would run through that yard and damage the plants (now I understand the anger), or the little ones would get hurt. It was a good time, despite everything.
The lady with the child is my grandmother and next to her I am seven years old.
My grandmother gave me several pieces of advice, which I applied in my life, and I thank her for it. She was not very affectionate with me, but at that time hugs and snuggles were not very frequent, (at least not in my family) only when December 31 arrived, at twelve at night, I hugged her to wish her the happy year
Sunday afternoons at her house were very fun, family came to visit and the concept of a large family was felt. All that was lost when she left. The family practically dissolved.
I have many memories of my grandmother, one of them: her gaze into the distance, with her eyes half-closed, with the end of tobacco on her lips, a deep sigh that often ended with the expression "ah world", lengthened with a intonation very much like her, or sometimes with a loud laugh and some mischievous expression, as if she remembered something very funny.
Her hair was long, white, and she tied it up in the same way, in a small bun, until the end of her days, and a little overweight. She taught us how to play cards, she liked to cheat, because she always wanted to win. He laughed a lot while playing: "load the donkey" "fallen", and another where he arranged the decks at a kind of angle, each deck lying on the other and you had to carefully remove the deck so as not to knock over the structure, if that happened it would cause teasing the loser, or whoever got a particular card, indicating that one was dirty and stinky.
She was talkative and humorous, she imitated the voices and gestures of the person she was referring to, and she made us laugh. The preparation of some foods, such as the hallaca or the black roast, which is made at Christmas, had an exquisite seasoning, we always try to make it look like the one she made.
I am participating in the @tibaire initiative, and this trip to childhood to remember the only grandmother I had has been very pleasant.
I invite: @giocondina and @lilianajimenez, who I know will love to remember her grandmother.
Thank you for your kind reading.
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Own images edited with my phone.
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10% for the @holos-lotus community.
Oh, me hiciste recordar tanto de una abuela y de una madre con tus nostalgias, y es verdad que los afectos se anifiestan de distintas maneras en el tiempo.
Muchos consejos quedaron que transmitimos a otras generaciones.
Las fotos son tesoros de la familia, y aquí tienes varias.
Sí, con el tiempo me he dado cuenta de que la nombro con frecuencia y sus consejos fueron un norte que repito a los míos cuando toca. Lo echadora de broma y sus juegos quedaron grabados. Saludos, amigo.
La verdad que tu escrito trae muchos recuerdos a mi mente y más cuando dices que en "esa época" no se daban abrazos ja ja ja curiosamente así también era mi madre, mujer de pocos afectos, aun cuando nos quería mucho, siempre decía que nunca aprendió a demostrar el querer. Gracias por la invitación.
Espero leerte, sí, en esa época el amor se demostraba con hechos, ni palabras ni gestos, pero sí las acciones. Yo aprendí a abrazar con mis hijos y ahora los necesito como una vitamina.
Que bonitos recuerdos de tu abuela y de tu infancia. Mi abuela también fue muy especial para mi y a mi me encanta recordarla, sobretodo en todas esas cosas que me enseñó algunas veces con intención y muchas otras sin ella. Es un gran legado que atesoro en mi memoria.
Muy linda tu publicación, saludos!🤗
Gracias, las abuelas dejamos una huella en nuestros nietos aún sin proponérnoslo, y eso es bueno saberlo para estar atentos. Saludos cordiales.
A mí me encantan todas esas historias de tu niñez. Conocer y aprender de dónde vengo es algo que siempre me llamará la atención. Veo la imagen grande donde sale la abuela (no aprendí a decirle bisabuela, sino abuela) y reconozco en sus ojos a la tía Negra. Estoy orgullosa de pertenecer a ese clan. Abrazos Má.
Sí, hija, hay buenas historias, para recordar y reír. Cuando jugábamos con un trompo, que decía: todos ponen, pon uno, etc, las risas eran inevitables, qué recuerdos.
Y viajé contigo en ese reencuentro, lleno de tantos aromas y sabores. Tu abuela debió ser una mujer muy simpática y carismática, por lo que cuentas. Ciertamente en esa epoca no se estilaban mucho el tema de expresar amor hacia los otros, así que espero que tu reencuentro haya sido como tu lo deseabas.
Fue bueno, de verdad que sí, disfruté el momento de concentración, inspiración y escritura y quedó en mi ese sentimiento bonito de agradecimiento que tanto disfruto. Gracias por propiciar este tipo de ejercicio. Saludos y abrazo.
Que buena forma de recordar a tu abuela.
La imagino con el tabaco en la boca, mi abuela materna fumaba cigarrillo.
Saludos