Enseñar a los niños a alegrarse por los logros de los otros es un ejercicio para afrontar la envidia desde pequeños. En la escuela se suelen generar focos de envidia que son aprovechables en ese sentido.
La gente suele decir «envidia de la buena" pero es envidia al fin.
Buen tema
Es cierto, también pienso que enseñar a los niños a contentarse genuinamente por los logros de los demás, sin sentirse amenazados, es la semilla para disminuir la envidia de los seres humanos desde pequeños.
Y respecto a la "envidia buena" o la "sana envidia", pienso que no existe; es solo envidia al final (como bien dijiste). Ahora, si uno habla de admiración por lo que otro es o ha logrado, eso ya es otra cosa.
Muchas gracias por leer y comentar mi post. Saludos.