Que pasa, en mi experiencia el cubano tiende a confundir asertividad con agresividad, y entonces cuando defiendes tu posición con calma y argumentos sólidos lo confunden con inseguridad y pasan a la carga. Entonces hay que ser verdaderamente asertivo para no dejarse arrastrar al caminito de la alteración y la discutidera sin sentido. Entonces, para salir a flote, asertividad y mucha calma, justo como en tu maravilloso post.
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La sangre caliente de muchos cubanos los ha embarcado en muchas cosas. Da para un libro.
Esa posición arraigada de "hombre a todas" no hace si no minimizar el raciocinio. Obvio, sucede cuando se impone la incultura, la fragilidad en el carácter y la sensación de callejón sin salida ante situaciones determinadas. Son posturas para la escena más que otra cosa. Cuando se apagan las luces, el diálogo consigo mismo, es como de un temblor y un arrepentimiento.
Si conociéramos y domináramos más nuestro carácter, tendríamos cosas diferentes a las que nos rodean, en el plano personal y social.
La asertividad siempre será un buen compañero de viaje.
Abrazos.