Imagino una caverna. Cuatro mudos y el asado girando sobre el fuego. Imagino "Tiempos modernos"de Chaplin. Imagino Marte. El fondo del océano y el alma de un niño. Imagino el último hombre sobre la Tierra que se sienta a disfrutar del asado y entonces tocan a la puerta.
El domingo es frutal para imaginar.
Y agradecer textos de tan nítida profundidad y relevancia como el tuyo, Maestro.
Gracias!!
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Oh. Buen caldo de poesía 🍃
¡Es que el maestro es poeta!
Incluso en las cavernas (entorno que extraño por cierto) hay comunicación; incluso en quien permanece en silencio mirando al fuego, hay comunicación; en el alma de un niño hay luz y por sí misma comunica...
Sobre el hombre disfrutando del asado, me preocupa sea sordo y no escuche el sonido de la puerta...
Sus palabras, maestro, ¡solo son dignas de agradecimiento!
¡Un honor recibirlas!