Incluso en las cavernas (entorno que extraño por cierto) hay comunicación; incluso en quien permanece en silencio mirando al fuego, hay comunicación; en el alma de un niño hay luz y por sí misma comunica...
Sobre el hombre disfrutando del asado, me preocupa sea sordo y no escuche el sonido de la puerta...
Sus palabras, maestro, ¡solo son dignas de agradecimiento!
¡Un honor recibirlas!