Uno de mis mayores miedos ha sido eso, perderme o perder a mi hijo. Hace tiempo vi una pelicula parecida a tu historia, solo que en este caso el padre utilizaba la medicina en conjunto con la ciencia para inducirse al sueño y de ese modo ver otras perspectivas de sus recuerdos.
Son muy tristes estos finales.
Hay muchas historias de niños perdidos que no tienen finales felices, algunos no los consiguen nunca y otros los encuentran muertos, esa realidad es verdaderamente perturbadora, pues se ha vuelto muy común. Gracias por pasearte por mi blog y dejar tu aporte. Saludos.