Caminos de concretos

in Writing Club3 years ago



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Caminos de concreto




Humo en los suelos del bosque incendiado por aquel hombre de traje formal, corbata negra y zapatos refinados. Es malo y a la vez halagado. Su apariencia danza en sincronía con su personalidad desdicha y ególatra. Con una lingüística que rebosa en nuestros oídos con el convencimiento, haciéndonos fieles idolatras de los hombres con portafolio llenos.

Nunca nos hemos quitado esa imagen de “hombre empedernido”, de un político mentiroso y formal, de un ganador de los negocios. Seguimos en el mismo círculo, queremos salir y a la vez no; nos damos cuentas, pero preferimos ignorar, llevándonos a una condena perpetua de opiniones contradictorias y rendiciones a medias batallas.

Sentimos una necesidad fantasma, un muerto viviente proveniente del pasado, una magnitud que recae como ignorancia en las calles. La cultura está eternamente involucrada en nuestras decisiones, zigzag's indefinido de errores contundentes, prácticas que envuelve nuestras mentes cubriéndola fuera de la vista de la razón, dejándonos solos a la merced del pasado y de la sensación de preguntarnos «¿Por qué seguir avanzando?».

Nos acostumbramos a dejar solas a las calles, a pensar en los demás de manera irresponsable; pedir y pedir sin pensar, confórmanos con migajas en el suelo y defender al que calla tras ganar para después estafar. Dejamos degradar a los verdaderos logros, a disminuir a los soñadores con esperanza, concluyendo con un “otro lo hará” cada vez que el sol da forma al arrebol de las tardes. No hay por qué hablar de las calles, de los árboles o sobre los animales cuando ni nosotros mismo queremos descontaminar nuestro ser, pero, aún tenemos la esperanza de despertarnos.

No tengo la esperanza de que algún día cambiaremos, volvernos autónomos y que cualquiera pueda alcanzar su sueño. Tengo la certeza, posibilidades formadas por aquellas personas de manos agotadas, por ello, no me quiero considerar parte de los que se sientan a esperar, quiero hacer algo que valga la pena intentar.



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Dime, tú; joven y viejo ¿Estás de acuerdo?