Mentiría si dijera que no entiendo a Don Emilio y pensar que después de todo, ese hombre se ha ganado el Paraíso, porque ya purgó en vida el pecadillo de la lujuria, ya que bastante castigo es tener el cielo tan cerca y a la vez tan lejos. Y el deseo, al fin y al cabo, es tan natural como la vida misma. Un abrazo
El deseo fue lo que hizo que nos expulsaran de un paraíso y nos llevara a otro!! Aquí hay una canción famosa que dice:
Salud por el deseo que crece, aunque sea tarde. Un abrazo
La conozco, ja, ja. Me viene que ni pintado: Caballo viejo