Al final, Doña Emeteria tuvo la última palabra... y Alberto no estaba para callarla.
Gracias por compartir tu relato. Saludos
Al final, Doña Emeteria tuvo la última palabra... y Alberto no estaba para callarla.
Gracias por compartir tu relato. Saludos
Pues sí! Ella tuvo la última palabra, y qué palabra! Saludos