Tantas cosas con las que debemos lidiar los escritores y ninguna pasa por debajo de la mesa, es más, diría que la profesión más difícil, acá hablando como un especulador, es ser escritor. Escribir es difícil, no solo se trata de plasmar letras a drede, o plasmar letras a drede mientras no creemos el Gabriel García Márquez del nuevo siglo. Hay mucho de fondo; es un proceso de aprendizaje que se adopta hasta el final de los tiempos. Más difícil aún cuando lo que escribimos va a una audiencia moderna: de gustos complejos. En todo caso, ¡Salud! Un día que no pasa por debajo de la mesa, y que merece ser conmemorado aunque las ideas falten.
Felicidades mi estimado. ¡Saludos desde la distancia!