Ayer decidí hacer algo que llevaba tiempo planeando: estrenar un conjunto blanco para entrenar. Hace meses que estoy comprando y guardando ropa blanca específicamente para el gimnasio, pero por razones personales y religiosas que aún no estoy lista para compartir (aunque espero hablar de ello en otro momento). Así que ayer me animé a lucir un conjunto completo: falda short, top, zapatos y medias, todo blanco. Me apetecía probar cómo se vería y, sobre todo, qué tan práctico sería.
Admito que tenía miedo de que se ensuciara enseguida, en el gimnasio estamos obligados a llevar una toalla para cubrir los equipos, lo cual es una gran medida de higiene. Ayuda a mantener los materiales en buen estado y también a protegernos de cualquier contacto directo que pueda ser problemático para la piel. Sin embargo, no siempre es suficiente para evitar accidentes.
Por supuesto, lo que más temía pasó: un equipo con algo de grasa me jugó una mala pasada y terminé con las piernas manchadas. Afortunadamente, no fue en la ropa, y eso ya fue un alivio. Me di cuenta de que, con un poco más de cuidado, puedo usar ropa blanca sin mayores problemas.
Al final, lo más importante fue cómo me sentí. La ropa blanca me hace sentir fresca, segura y con una especie de calma que no esperaba. Ver mi reflejo en los espejos del gimnasio me sacó una sonrisa. No sé si fue la novedad o simplemente que ya estoy más cómoda conmigo misma, pero algo se sintió diferente, en el mejor sentido.
English Version
Yesterday I decided to do something I've been planning for a while: debut a white workout outfit. I've been buying and saving white clothes specifically for the gym for months now, but for personal and religious reasons that I'm not ready to share yet (although I hope to talk about it another time). So yesterday I got up the courage to sport a complete outfit: skirt short, top, shoes and tights, all white. I felt like testing how it would look and, more importantly, how practical it would be.
I admit I was afraid it would get dirty right away, at the gym we are required to carry a towel to cover the equipment, which is a great hygiene measure. It helps to keep the materials in good condition and also protect us from any direct contact that could be problematic for the skin. However, it is not always enough to prevent accidents.
Of course, what I feared most happened: a piece of equipment with some grease on it played a dirty trick on me and I ended up with stained legs. Fortunately, it wasn't on my clothes, and that was already a relief. I realized that, with a little more care, I can wear white clothes without major problems.
In the end, the most important thing was how I felt. White clothes make me feel fresh, confident and with a kind of calm that I wasn't expecting. Seeing my reflection in the gym mirrors brought a smile to my face. I don't know if it was the novelty or just that I'm already more comfortable with myself, but something felt different, in the best way.
Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
Translated with DeepL.com (free version)
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