Hace poco más de 20 días, mi madre y yo tomamos una decisión importante: traer a vivir con nosotras a mis abuelos. Mi abuela sufrió una caída hace unas semanas y, para complicar más las cosas, también pasó por una neumonía. Fue una situación difícil, pero al final decidimos que lo mejor para ellos era estar bajo nuestro cuidado.

No les voy a mentir, no ha sido fácil. Convivir con personas mayores es un reto; tienen sus costumbres muy arraigadas y, a veces, es complicado encontrar un punto medio. Hay días en los que los ánimos se ponen tensos, pero con paciencia y mucho amor vamos adaptándonos poco a poco.

Lo bueno de todo esto es saber que ahora están mejor cuidados. Mis abuelos siempre han sido como mis segundos padres, así que poder devolverles aunque sea un poquito de todo lo que hicieron por mí me llena de satisfacción. Mi abuela, que al principio estaba muy decaída y prácticamente no comía, ahora está mejorando muchísimo. ¡Incluso ha ganado peso! Verla sentarse a la mesa con mejor ánimo me hace sentir que todo este esfuerzo vale la pena.

Mis abuelos siempre han sido un pilar en mi vida, y aunque a veces el camino sea complicado, no hay nada que no haría por verlos felices y sanos. Tenerlos cerca me recuerda lo importante que es valorar cada momento juntos.

Esta nueva etapa en mi hogar ha traído desafíos, pero también muchas lecciones de amor y gratitud. Al final del día, saber que están bien y rodeados de cariño es lo único que importa.

English Version

A little over 20 days ago, my mother and I made an important decision: to bring my grandparents to live with us. My grandmother had a fall a few weeks ago and, to complicate things further, she also had pneumonia. It was a difficult situation, but in the end we decided that it was best for them to be in our care.

I'm not going to lie to you, it hasn't been easy. Living with the elderly is a challenge; they have their own ingrained habits and sometimes it is difficult to find a middle ground. There are days when tempers get tense, but with patience and a lot of love we adapt little by little.

The good thing about all this is knowing that they are now better cared for. My grandparents have always been like my second parents, so being able to give them back even a little bit of everything they did for me fills me with satisfaction. My grandmother, who at the beginning was very run down and practically didn't eat, is now doing so much better - she's even gained weight! Seeing her sit at the table in better spirits makes me feel that all this effort is worth it.

My grandparents have always been a pillar in my life, and even though sometimes the road is complicated, there is nothing I wouldn't do to see them happy and healthy. Having them around reminds me how important it is to cherish every moment together.

This new stage in my home has brought challenges, but also many lessons of love and gratitude. At the end of the day, knowing that they are well and surrounded by love is all that matters.

Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
Translated with DeepL.com (free version)

For the best experience view this post on Liketu