Diciembre llegó y con él, una montaña rusa de emociones y decisiones difíciles. Después de 6 meses de trabajo sin parar, al fin saqué vacaciones, porque mi mente y mi cuerpo están pidiendo a gritos un descanso. Pero este mes también me trajo un cambio inesperado: tuve que cambiar de gimnasio, al menos por ahora.
No fue nada fácil tomar esta decisión. Mi antiguo gimnasio era como mi segundo hogar; ahí viví grandes avances y tuve el apoyo incondicional de mi entrenadora Elianis, quien siempre estuvo ahí para motivarme y empujarme a ser mejor. Pero la situación me obligó a buscar algo más económico. Ahora estoy en un lugar nuevo, con menos recursos y sin el apoyo de mi entrenadora, y la verdad, se siente raro.
Traté de mantener mi misma rutina, pero entre la falta de equipos y el ambiente diferente, no ha sido fácil. Sin embargo, no todo ha sido negativo. Mi hermano decidió acompañarme, y eso ha hecho que este cambio no se sienta tan pesado. Compartir más tiempo con él es un regalo que no tenía planeado, y le estoy tomando cariño a esos momentos que antes no teníamos.
A pesar de todo, no voy a rendirme. Cada desafío es una oportunidad para crecer, y aunque este cambio es temporal, me enseña a valorar lo que tengo y a adaptarme a lo que venga. Mi camino en el fitness no termina aquí, solo está tomando una ruta diferente.
English Version
December arrived and with it, a roller coaster of emotions and difficult decisions. After 6 months of non-stop work, I finally took a vacation, because my mind and body are screaming for a break. But this month also brought me an unexpected change: I had to change my gym, at least for now.
It was not an easy decision to make. My old gym was like my second home; there I experienced great progress and had the unconditional support of my trainer Elianis, who was always there to motivate me and push me to be better. But the situation forced me to look for something more economical. Now I am in a new place, with fewer resources and without the support of my trainer, and the truth is, it feels strange.
I tried to keep my same routine, but between the lack of equipment and the different environment, it hasn't been easy. However, not everything has been negative. My brother decided to join me, and that has made this change not feel so heavy. Sharing more time with him is a gift I hadn't planned for, and I'm getting fond of those moments we didn't have before.
Despite everything, I'm not giving up. Every challenge is an opportunity to grow, and although this change is temporary, it teaches me to appreciate what I have and adapt to whatever comes my way. My fitness journey doesn't end here, it's just taking a different route.
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All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
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