Un rincón especial en la cima de Holguín [ESP-ENG]

in Liketu5 days ago



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En mi reciente visita a la Loma de la Cruz, tuve la oportunidad de conocer el restaurante que lleva el mismo nombre, ubicado en la cima del punto más alto de la ciudad. Un lugar con historia, con una vista espectacular y una tranquilidad que contrasta con el bullicio de Holguín.

Este restaurante, especializado en comida criolla cubana, es un sitio que pocos visitan, quizá porque la mayoría prefiere la comodidad de los lugares más accesibles. Sin embargo, para quienes suben en carro o motocicleta, se convierte en un refugio perfecto para respirar aire puro y disfrutar de un momento de paz.

Lo que más me gustó fue precisamente eso: la sensación de estar lejos del caos, con el viento fresco y la vista panorámica que hace que todo parezca pequeño desde allí arriba. Me encantó el momento que capturó mi hermano en una foto junto a la estatua de Fray José Antonio Alegre, aquel fraile que en 1791 cargó una cruz de madera hasta la cima, dando origen a la tradición que cada año, en mayo, reúne a los holguineros en una peregrinación en su honor.

La Loma de la Cruz es más que un mirador. Es un símbolo, una historia viva, un lugar que guarda la esencia de Holguín. Y aunque el restaurante que la acompaña no siempre está lleno, su encanto radica precisamente en eso: en ser un rincón sereno donde el tiempo parece detenerse.

Si alguna vez buscas desconectar del ruido y reconectar con la ciudad desde otra perspectiva, te recomiendo subir y descubrirlo por ti mismo. La vista, el aire, la historia y el sabor criollo bien valen la pena.

English Version

On my recent visit to Loma de la Cruz, I had the opportunity to visit the restaurant of the same name, located at the top of the highest point of the city. A place with history, a spectacular view and a tranquility that contrasts with the bustle of Holguín.

This restaurant, specialized in Cuban Creole food, is a place that few visit, perhaps because most people prefer the comfort of more accessible places. However, for those who go by car or motorcycle, it becomes a perfect refuge to breathe fresh air and enjoy a moment of peace.

What I liked most was precisely that: the feeling of being away from the chaos, with the fresh wind and the panoramic view that makes everything seem small from up there. I loved the moment my brother captured in a photo next to the statue of Fray José Antonio Alegre, that friar who in 1791 carried a wooden cross to the top, giving rise to the tradition that every year, in May, gathers Holguineros in a pilgrimage in his honor.

The Loma de la Cruz is more than a viewpoint. It is a symbol, a living history, a place that keeps the essence of Holguin. And although the restaurant that accompanies it is not always full, its charm lies precisely in that: in being a serene corner where time seems to stand still.

If you are ever looking to disconnect from the noise and reconnect with the city from another perspective, I recommend you go up and discover it for yourself. The view, the air, the history and the Creole flavor are well worth it.

Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
Translated with DeepL.com (free version)


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Que hermosas fotografías las que compartes con nosotros mi estimada amiga @im-yanizet

Muchísimas gracias 🤗🤗🤗

Es todo un placer