Creo que el liderazgo es tanto un talento como algo que se forja con el tiempo. Puede haber personas que tengan una predisposición natural para liderar, pero esa inclinación necesita ser nutrida y refinada a través de la experiencia, el aprendizaje y la autocrítica constructiva. Al mismo tiempo, aquellos que no cuentan con un “don” evidente pueden desarrollar habilidades de liderazgo si están dispuestos a trabajar en ello y a aprender de sus errores.
El verdadero liderazgo no se trata de dónde empiezas, sino de hacia dónde te diriges y cuánto estás dispuesto a crecer en el camino. Y quizás, lo más hermoso de todo esto es que cualquiera, independientemente de sus cualidades innatas, tiene la oportunidad de convertirse en un líder auténtico si abraza el viaje con humildad y determinación.
Gracias por tu gran mensaje, interesante lo que dices amiga. Es así, saber tomar decisiones, tener una buena educación para gerenciar muy bien. Saludos