Me quedo con este párrafo muy reflexiva. "La incertidumbre y los miedos que experimentamos al no cumplir lo que otros esperaran de nosotros suele ser un freno que en ocasiones nos impide ir tras nuestra felicidad..."
Creo que es "culpa de la vaca", ya que nos inculco a complacer a otros, primero que a nosotros. A dejar que los niños rompieran nuestros juguetes porque eran hijos de sus amigos y esto le daba derecho a permitirle todo.
Nos enseño a competir por el amor de mami y papi, de los abuelos, tíos.
Nos enseño a querer ser siempre el primero en todo. Sin importarle si algo nos agradaba.
Nos enseño y obligo a hacer deportes, aunque no te gustara y preferías tocar la guitarra.
Nos enseño, a esperar y complacer a otros. Como por ejemplo, a comer después que todos lo hicieran. En el caso de papi, el tiene que comer primero y después que se sacien es que los niños se sientan a la mesa.
Nos enseño a mendigar amor, en lugar de ayudarte a descubrir tus fortalezas.
Amigo @pablo1601 algunas veces o la mayoría del tiempo dejamos de hacer lo que deseamos por complacer a otras personas, para que ellos se sientan bien, pero y pregunto:¿Como te sientes tu?. Eso es lo que en realidad deseas.
Nunca es tarde, para sanar las heridas y dejar los traumas atrás, y como dices: "Para poder renacer, debemos dejar ir a aquella versión de nosotros que no nos hace felices"
Creo que para hay que dejar de replicar la crianza de nuestros padres y centrarnos en lo verdaderamente es prioritario para los hijos. Hay que tratar de ser cada día mejores padres.
Un abrazo amigo @pablo1601 y gracias por leerme.