¿Qué ha sido en la actualidad de Gasparetto?. Cualquiera sabe, aunque posiblemente, como la extraordinaria médium Eusapia Palladino, o como el fenómeno Uri Geller y algunos otros gigantes de lo incomprensible, haya sido misteriosamente abducido en el metafórico Triángulo de las Bermudas de su propia fama, terminando desapareciendo como una estrella fugaz dentro de ella.
Pero cuando el doctor Jiménez del Oso lo trajo a las pantallas de aquélla España que coreaba con Ana Belén el estribillo de ‘camisa blanca de mi esperanza’, Gasparetto era un joven médium brasileño, que cada vez que entraba en trance, era supuestamente poseído por el espíritu de algún maestro de la pintura fallecido años o siglos atrás y ante la vista asombrada de todo el mundo –o mejor dicho, de todos los presentes, incluidos, por supuesto, los asombrados realizadores del reportaje gráfico- pintaba cuadros, en cuestión de minutos -¿han oído hablar de ‘la escritura automática’ que desarrollan algunos médiums?, pues aplíquenlo a la pintura- con la técnica, según opinaban después algunos expertos en Arte, del supuesto maestro que lo poseía en cada sesión, a una velocidad asombrosa.
Truco o trato, como dirían los anglosajones en la benemérita y espantosa Noche de Halloween, ‘el fenómeno Gasparetto’, si bien espectacular, no constituye, en el fondo, sino la punta de un inmenso iceberg, en el que el Arte se convierte en el vehículo ideal de un conocimiento y de unas facultades que trascienden la multiplicidad de fronteras y disciplinas impuestas por el volterianismo científico, además de ocultar secretos, cuya heterodoxia hubiera significado , en determinadas épocas de la Historia, la ejecución inminente del infractor, si bien éste es otro tema que pretendo desarrollar en el futuro.
Ahora bien, parte de ese psiquismo proyectado –con o sin las facultades demostradas por Gasparetto- se continúa recogiendo en el contenido de ciertas obras modernas, que se exponen, con la mínima publicidad, en las galerías de los principales museos del mundo.
Un buen ejemplo de ello, lo tenemos en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, en un cuadro –me permitirán la expresión ‘espantosamente mediúmnico’- que el artista francés Yves Tanguy pintó en 1927 y tituló, precisamente, ‘Muerto acechando a su familia’, donde los diferentes detalles recuerdan, y mucho, aquello que los psíquico suelen denominar como manifestaciones ectoplasmáticas.
Fin de la Segunda Parte
Enlace a la Primera Parte: https://hive.blog/hive-148441/@juancar347/el-arte-psiquico-primera-parte
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.
Otra historia interesante que atrapa desde el comienzo de la lectura. Enhorabuena por abordar tantos asuntos de esa forma tan multidisciplinar.
Muchas gracias. Hay temas cuyo hilvane, por alguna curiosa razón, parece que se escriben solos y donde yo sólo me dedico a hacer de 'copista' de lo que una voz interior me va susurrando y tal y como me lo dicta lo expongo, para bien o para mal. Me gusta el 'realismo fantástico', pues es una temática agradecida que se presta muy bien al relato y desde ese punto de vista, aunque se digan las mayores barbaridades, suelen resultar de lectura cómoda, que a fin de cuentas, es de lo que se trata, sobre todo cuando te metes de cabeza en temas tan espinosos como este. Un afectuoso saludo
Estuvo tan buena esta II parte, que fui a la primera a ver. Realmente estas fotos están magníficas, @juancar347! Me encanta especialmente la segunda y tercera. En mi ciudad existe solo un museo, pero cada vez que viajaba trataba de visitar los museos de otras ciudades y otros países. Recuerdo que una vez estuve en una exposición donde supuestamente el artista estaba poseído (aunque yo creo que tenía más bien una "nota") y pintaba seres extraños que estaban dentro de él y que yo jamás vi. Más allá de que hay personajes que pueden ser un fraude, creo que todo trabajo artístico revela, no solo la psiquis del artista sino también de quien lo observa. Tal vez en ese momento que vi esas obras, no había en mí tantos monstruos como ahora. jajaja. Bonito sábado para ti! Abrazos
Me encantan los museos, pero sobre todo, me gustan los detalles, deshilvanar aquellas obras que por ciertas características te llamen la atención o te atraigan como los polos opuestos de un imán. Suelo visitar algunos museos con cierta frecuencia, como el Thyssen-Bornemisza, si bien las fotografías que mencionas pertenecen al Palacio de Gaviria y las saqué este invierno, cuando tuve la oportunidad de asistir a una grandiosa exposición sobre Brueghel, uno de los más prestigiosos maestros de la pintura flamenca, donde tuve la oportunidad de descubrir muchas cosas interesantes. Estas salas del Palacio de Gaviria se prestaban también a un ambiente misterioso y aparte de sacar muchisimas fotografías a las pinturas, me llamaron mucho la atención. Por eso he pensado que estarían bien para ilustrar este post, en detrimento de algunas obras, que aunque nadie me puso pegas para sacar las fotografías que quisiera y hacer con ellas lo que me diera la real gana, pues siempre puede haber alguien que piense que me aprovecho de unos derechos de autor que no me corresponden. Todas las obras tienen sus secretos, sus misterios, sus raíces ocultas y en cierto modo, en cada una de ellas está parte del psiquismo del autor, tuviera éste o no facultades de médium como en el curioso caso de Gasparetto. Y con algunas, podría decirse, que se 'conecta' mejor que con otras, como bien dices. El Arte y sus misterios, una gran aventura que nunca deja de fascinarme. Muchas gracias por tus siempre generosos comentarios, querida amiga y un fuerte abrazo.
Happy Saturday/Caturday, my cat friend