La lluvia tiene el sorprendente poder de relajar nuestros sentidos y nuestras mentes. Nos embriaga con su sonido, renueva la atmósfera, arranca destellos de colores a nuestras aburridas ciudades y nos invita a esa introspección serena, casi mágica donde tomar contacto con nosotros mismos a través de las gotas de lluvia.
Si bien es cierto que siempre se dice aquello de que “en la vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, sino de aprender a bailar bajo la lluvia”, queda claro que no a todo el mundo le gusta. El estado del ánimo se relaciona siempre de forma personal con la climatología, y más específicamente con el efecto de la luz en interacción con nuestro cerebro.
Sin embargo, la lluvia enciende en una buena parte de la población una serie de procesos que se relacionan con el mundo emocional. Tiene mucho que ver con los sentidos y, en especial, con nuestra capacidad olfativa y con ese vínculo casi mágico que tiene dicha estructura con el sistema límbico y el hipotálamo, áreas relacionadas con la memoria emocional...
Fotos tomadas con mi teléfono Redmi note 9
Fotos editadas con la aplicación PicsArt.
Pues claro que la lluvia no tiene traducción, la lluvia no habla hahahahahha😂 Me gustó tu post, deja buenas enseñanzas.
Buenas ediciones compa
Estamos a la orden, gracias hermano.
Hola, amigo @rodrigorg27
Me encantó tu publicación.
Tanto la reflexión, como la fotografía y la edición.
Realmente, la lluvia es algo esperado y deseado por todos los beneficios que trae. Personalmente, me encant el sonido y el olor de la lluvia en cualquier momento, y si estoy en cama, mucho mejor.
Un gran abrazo
Muchas gracias amiga ❤️