👽🐱‍🚀(no more civilization)🚀-Freewrite Writing Prompt Day 2655

22 february 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2655: no more civilization ▶ https://ecency.com/category/@daily.prompt/22-february-2025-mariannewests-freewrite-writing-prompt-day-2655-no-more-civilization

Commander Orion, last of his species and intrepid intergalactic explorer, had spent the last years of his amphibious life navigating between planets and supernovae. His travels had brought him great adventures and he carried hundreds of dreams and hopes in the pockets of his spacesuit. During a routine exploration in one of the most explored areas of the galaxy, his radars detected a planet that was unfamiliar to him. At the speed of sound he passed through the atmosphere of the new planet, leaving behind him a red flash of fire, and upon landing on the surface he marveled at the splendid natural scenery that surrounded him and opened infinitely before his eyes. Gigantic mountains and valleys full of green and blue vegetation, dense forests of gigantic flowers composed a unique and almost magical geography. Orion tried to find traces of life of some civilization, but only found ancient remains, almost entirely buried in the earth. It seemed that no civilization existed, something that amazed him. Back in the ship, he began his investigation about the planet and a disturbing fact left him totally stunned. This planet was not just any other, it was not unknown, it was his birth planet, Asrad, from which he was forced to escape with his mother 100 centuries ago due to contamination. Now, it had recovered and looked more splendid than ever and more wonderful than his distant memories. Orion decided to keep his new discovery to himself.

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Comandante Orion, último de su especie e intrépido explorador intergaláctico, había destinado los últimos años de su vida de anfibio a navegar entre planetas y supernovas. Sus viajes le habían traído grandes aventuras y cargaba cientos de sueños y esperanzas en los bolsillos de su traje espacial. Durante una exploración de rutina en una de las áreas más exploradas de la galaxia, sus radares detectaron un planeta que se le hizo desconocido. A velocidad de sonido atravesó la atmósfera del nuevo planeta, dejando tras de sí un destello rojo de fuego, y al aterrizar en la superficie quedó maravillado por el espléndido paisaje natural que le rodeaba y se abría infinito ante sus ojos. Montañas y valles gigantescos llenos de vegetación verde y azul, bosques densos de flores gigantescas componían una geografía única y casi mágica. Orion trató de encontrar rastro de vida de alguna civilización, pero solo encontró restos antiguos, casi sepultados en su totalidad en la tierra. Parecía que no existió civilización alguna, algo que le asombró. De regreso en la nave, comenzó su investigación acerca del planeta y un perturbador dato lo dejó totalmente anonadado. Este planeta no era otro cualquiera, no era desconocido, era su planeta de nacimiento, Asrad, del que fue obligado a escapar junto a su madre hace 100 siglos debido a la contaminación. Ahora, se había recuperado y se veía más espléndido que nunca y más maravilloso que sus recuerdos lejanos. Orion decidió guardar para sí su nuevo descubrimiento; el planeta merecía no tener civilización.