La historia del Sr. Wilde.
Hay días que auguran un mal presagio, anunciando de la proximidad de una gran tragedia.
Tal como lo fue ese lunes, el día que el amo, el Sr. Wilde, cayó del caballo y quedo gravemente herido.
El pronóstico del doctor: "El accidente había sido muy grave, no podrá volver a caminar."
El Sr. Wilde siempre había sido un hombre muy independiente, de carácter dominante y con suficiente energía para realizar por sí solo las tareas que le llevarían a 10 hombres de la cuadra realizar.
Este accidente sin duda representaba una gran tragedia, y la noticia de su incapacidad habían quebrantado su espíritu a tal punto que el Sr. Wilde se había encerrado en sus aposentos y se negaba a cruzar palabra con nadie o a probar bocado alguno, parece que se había decidido a no vivir anclado a una silla, y por lo cual, había decidido que era mejor morir en ese mismo momento.
Ante tal situación, la mayoría de los trabajadores de la casa abandonaron sus ocupaciones y comenzaron nuevos empleos, pero yo sabía que todo esto estaba mal.
Así que sin pensarlo dos veces, envíe un telegrama a la joven Jane Wilde, hija del Sr. Wilde, y le pedí que viniera inmediatamente antes que su padre cometiera una locura.
El día de la llegada de la joven Jane fue lluvioso, en el camino a la estación de tren me di un baño de lluvia y me lamentaba de que también hoy fuera un día lluvioso.
Mi gran sorpresa al llegar al andén fue ver a la joven Jane con una pequeña niña en brazos, debería tener no más de tres años de edad, con un pequeño oso de peluche en la mano y una bufanda azul.
"Llévame ahora a ver a mi padre, es momento de que conozco a su nieta" fueron las palabras de la señorita Jane al verme. Y sin importar que estuviera lloviendo, cabalgamos de vuelta a la casa a toda velocidad.
Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando la pequeña niña, al ver al Sr. Wilde, le grito abuelo y le entrego el pequeño oso de peluche en sus manos.
La joven Jane le explico a su padre que su hija esperaba ansiosa conocer a su abuelo y que dijo que apenas lo viera, le regalaría su juguete favorito para que lo acompañara y no se volviera a sentir solo.
Después de ese día, el Sr. Wilde recupero su vitalidad, y en las siguientes semanas su hija y su familia se establecieron en la casa para hacer compañía a su padre, acompañados de un novedoso invento que lo permitiría desplazarse, aunque el mismo no pudiera caminar.
Esta es mi participación en el concurso literario de @freewritehouse - Cuéntame una historia, donde te dan tres elementos para que crees tu propia historia ✏️
Me gustaría invitar a participar a @edujo y @beaescribe
Y «colorín colorado, este cuente se ha acabado…». Historias que pueden hacerse realidad. Cuando escucho la voz de mis sobrinos más pequeños, decirme —"tío”, y me arropan con sus abrazos, es una cura para el alma.
From Venezuela, our witness drives decentralization and the adoption of Web3 technology, creating opportunities for the local community and contributing to the global ecosystem. // Desde Venezuela, nuestro testigo impulsa la descentralización y la adopción de la tecnología Web3, generando oportunidades para la comunidad local y contribuyendo al ecosistema global.
Sigue, contacta y se parte del testigo en: // Follow, contact and be part of the witness in: