he coerced me...
It was a sunny afternoon, the arrival of spring allowed us to share again in the garden, inside the house the aroma of freshly baked cookies filled the whole atmosphere. My sister Laura was making her famous recipe. All of us present were tempted to take a cookie, but we also knew that approaching the kitchen and taking one without permission would be tantamount to angering my sister and receiving heavy tariffs for a long time. My two nephews Monica and Michael aged 7 and 9 respectively from the backyard hovered at the kitchen window, as if they were hatching some plan.
Outside on the patio the sharing was going on as normal, the laughter, the music, and the typical hullabaloo of family get-togethers. Suddenly, in a brief moment of pause, a strange silence was noticed, there was no more shouting or noise from the children... everyone made a worried face, because when children are silent it is because they are up to something. Monica, Michael where are they! shouted the mother, only the breeze resounded as she passed by.
We all hurried to go out to look for the children, it is not normal the silence and much less that they don't answer!
When they reached the kitchen, the drama would begin, the empty tray of cookies, with just a few crumbs left on it, gave an indication of what had happened. Within minutes there was a loud shout: “Haven't I taught you not to take things without permission? We all approached the site, the expression on the children's faces changed from satisfaction to anguish and worry. They knew that there would be a consequence of eating the whole tray of cookies....
Monica the younger of the two, but with the mental agility of an adult, immediately said: Mommy, Michael made me do it, he told me that if I didn't help him he wouldn't give me a cookie. I didn't want to...I kept repeating...The brother for his part said: No mommy Monica forced me to share the cookies so I wouldn't say anything....
We all went back to the yard, and as a joke we started to say “he made me drink all the beer”... “He made me eat all the snack” it is typical of human beings to avoid our responsibilities.
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En español
EL me obligo…
Era un tarde soleada, la entrada de la primavera nos permitía volver a compartir en el jardín, adentro de la casa el aroma de galletas recién horneadas llenaba todo el ambiente. Mi hermana Laura estaba haciendo su famosa receta. Todos los presentes sentíamos la tentación de tomar una galleta, pero también sabíamos que acercarse a la cocina y tomar una sin permiso equivaldría a enojar a mi hermana y recibir fuertes aranceles por mucho tiempo. Mis dos sobrinos Mónica y Michael de 7 y 9 años de edad respectivamente desde el patio rondaban la ventana de la cocina, como si estuvieran fraguando algún plan.
Afuera en el patio el compartir transcurría con normalidad, las risas, la música y la algarabía típica de cuando se reúne la familia. De pronto, en un breve instante de pausa se notó un extraño silencio, ya no había gritos ni bullas de los niños… todos pusieron cara de preocupación, porque cuando los niños se quedan en silencio es porque algo traman. ¡Mónica, Michael dónde están! grito la madre, solo la brisa resonaba a su paso.
¡Todos nos apresuramos a salir a buscar a los niños, no es normal el silencio y mucho menos que no respondan!
Al llegar a la cocina, el drama comenzaría, la bandeja vacía de galletas, apenas unas migajas quedaban sobre ella, dio indicio de lo que había sucedió. En breves minutos se escuchó un gran grito: ¿Es que acaso no les he enseñado a no tomar las cosas sin permiso?. Todos nos acercamos al sitio, la expresión de sus rostros de los niños pasaron de satisfacción a angustia y preocupación. Sabían que habría consecuencia de comerse toda la bandeja de galletas…
Mónica la menor de los dos, pero con una agilidad mental de un adulto, inmediatamente dijo: mami, Michael me obligo a hacerlo, me dijo que si no lo ayudaba no me daría una galleta. Yo no quería ..Seguía repitiendo… El hermano por su parte decía: No mami Mónica me obligo a compartir las galletas para no decir nada….
Todos regresamos al patio, y amanera de broma comenzamos a decir “el me obligo a tomarme toda la cerveza”… “El me obligo a comerme todo el snack” es típico del ser humano evadir nuestras responsabilidades.