“Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.”
César Vallejo
Despertó a las 3 de madrugada y lo vio parado frente a la puerta, forcejeando la cerradura para salir.
–¿A dónde vas, viejo? –le preguntó la doña con voz molesta por el ruido que hacía a altas horas de la madrugada.
–¡Para Barquisimeto! –respondió él sin titubear y con un aire seguro y decidido.
–Para la cama es que te vas. Por el amor a Cristo ¡déjame dormir! –fue la respuesta que obtuvo.
Ya llevaban más de un año viviendo en Manaos, Brasil, y los largos períodos de soledad y el desconocimiento total de la lengua portuguesa, sumado a la ausencia de tratamiento médico contra el Alzheimer, habían acentuado la enfermedad, haciendo que olvidara hasta quiénes eran sus propios hijos, más aún los lugares y recuerdos de su pasado. Pero a Barquisimeto lo mantenía intacto en su memoria.
Y, cómo no iba a ser así, si esa ciudad era la encrucijada donde se había bifurcado su destino. Al oeste, Valera estado Trujillo donde pasó la mayor parte de su vida, y donde consolidó un lugar al que podía llamar hogar. Hacia el sur, la ciudad de Acarigua estado Portuguesa, lugar donde se asentó su familia, mientras los hijos terminaban de crecer y estudiar, y donde quedó el único hijo que permanece en Venezuela. Al este la ciudad de Nirgua estado Yaracuy, donde dejó su última morada y amigos antes de partir a tierras extranjeras.
Barquisimento había sido el epicentro de su vida, a donde obligatoriamente debía acudir si quería visitar alguno de los lugares donde había dejado huella, familiares o amistades importantes para él. Sus recuerdos estaban muy guardados en algún lugar de su mente, y aunque no sabía exactamente dónde los había colocado, algo en su interior le decía que en esa ciudad estaba la clave para reconstruir su pasado olvidado.
Es que el ser humano está forjado a base de recuerdos, de vivencias, de sueños, de ilusiones, de amistades y de familia; y cuando estos les son arrebatados, se pierde una parte importante de su vida, esa que le dice quién es, a qué vino y hacia dónde va.
Sus sueños de envejecer y morir en su tierra amada, se truncaron abruptamente, cuando las circunstancias del país lo obligaron a emigrar, como años antes ya lo habían hecho casi todos sus hijos. Y en contra de su voluntad, tras los empujones de la vida, había emprendido el largo viaje por tierra al compás de los pasos de su esposa.
El fatídico destino le había torcido el camino, dejándolo en una tierra ajena, muy distinta a la suya, y con una lengua ininteligible para él, que lo separa del resto del mundo. Se siente muy solo, nada más él y su consorte, juntos hasta la hora de la muerte.
Su salud mental ha menguado con el pasar del tiempo, haciéndolo perder el sentido de la realidad, sin saber cuándo está soñando y cuándo está despierto, cuándo está viendo algo real o imaginario. Pero de una cosa sí está seguro: que, por allá en el horizonte, en algún lugar al norte, a muchas horas de camino, está una ciudad llamada Barquisimeto, ese cruce de caminos desde donde puede volver a recuperar su pasado, su historia, su memoria, y por qué no, tomar las riendas de su destino.
veac240324
CONCURSO DE MICRORRELATOS DE LITERATOS: Homenaje al escritor César Vallejo
Se participará con un microrrelato entre 400 y 600 palabras.
El minicuento debe abordar el tema propuesto: el destino, desde la óptica que cada participante tenga a bien.
Debe estar escrito en español.
Que pena con aquel señor que solo añora su hogar. Cuentan que cuando a un hombre grande lo sacas del lugar que ama, no vive mucho más o enferma..
Hay muchas duras historias de migrantes, con sus diferentes matices; pero, creo que de las mas rudas son las de los adultos mayores que se quedan anclados a sus antiguos lugares, pues ya se sienten agotados para comenzar una nueva vida, lejos de lo que aman.
Gracias por la visita y por haber disfrutado la lectura. Saludos.
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He disfrutado mucho leyendo tu texto querido @eliezerfloyd. A veces es importante recuperar tragedias como la que vivimos con la emigración. Es una parte de nuestra historia que así sea triste no debemos olvidar. Gracias por tu escrito. Un fuerte abrazo desde Maracay.
La migración es un grave asunto que sigue latente entre nosotros, destruyendo hogares, familias y vínculos amistosos, pero al mismo alimentando sueños y esperanzas de quienes abandonaron todo por un sueño, una estabilidad y una vida con dignidad.
Gracias por haber pasado por acá y dejar tu acertado comentario. Saludos amigo.
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Nada más oportuno para homenajear a Vallejo que hablar sobre la migración y la realidad que les toca vivier a aquellos que como él, terminaron en tierras foráneas a donde el destino les condujo, y donde quizá (también como él) terminen sus días con la añoranza de la tierra que les vio nacer.
Gracias por la oportunidad de permitirme escribir algo interesante que golpea el sentir de buena parte de los venezolanos que, de una u otra manera, se han distanciado de sus seres queridos por esa causa.
Saludos.
Me gusto amigo @eliezerfloyd cualquier parecido es pura coincidencia
Un abrazo
Las realidades de nuestro alrededor son mucho más inspiradoras que cualquier producto de la imaginación; y en cada historia se replica también la historia de muchos.
Gracias por venir a leer este microrrelato hecho con mucho amor.
¿Migración? Es cierto, pero no sé si culpar al destino o al régimen... Saludos, @eliezerfloyd mi querido amigo. Hermoso y muy sentido relato. Me han dicho que las personas con Alzheimer, logran "recordar", tal y como afirmas, algunas etapas intensas vividas, así como también la música los invita a cantar ... Un abrazote mi amigo querido. Te deseo muy buenas vibras.
🤗☘️ 🍀😍
Mi querida profe. Nadie mejor que tú, para conocer de primera mano los padecimientos y añoranzas de quienes se vieron forzados a dejar todo atrás y comenzar una nueva vida desde cero (las causas de fondo todos la conocemos).
Pero es precisamente ahí donde entra en juego el caprichoso destino, torciendo la vida y forzando al ser a transitar por caminos que jamás imaginó que iba a recorrer.
Encantado de tenerte por acá. Esta es tu casa. Saludos y bendiciones.
Historia de muchos que se fueron en busca de algo mejor, no he sentido el estar lejos de la patria de uno pero debe ser parecido a un ahogo leve... Saludos
Muchas veces ese ahogo no es tan leve, causa ansiedad, angustia, asfixia, desesperación, decepción, e incluso algunas veces hasta arrepentimiento; pero cuando se han quemado las naves, no hay vuelta atrás y solo queda continuar, aferrados a la esperanza y el recuerdo.
Gracias por pasarte por acá y dejar tu valoración y comentario.
Con leve, quise ser suave, ningún ahogo es leve...... Nunca he salido de mi país pero una parte de mi esta en otro país en este momento.... Y es fuerte hablar de eso.... Solo espero que pronto no sea así.... Saludos...
Muy hermoso escuchar tu relato de tu propia voz. Triste muy triste, pero igual de bonito gracias a tu inspiración.
¡Qué viva Barquisimeto!
Así como el abuelo del relato, muchas veces me ha tocado a mí mismo recorrer esos puntos cardinales, cuyo centro es esa acogedora ciudad de Barquisimeto.
También mis recuerdos y vivencias siguen las huellas de ese personaje.
Saludos y gracias por venir.
Cuando estuve en el extranjero tuve ese sentimiento y recuerdo encontrar un anciano vendiendo a sus 85años caramelos en la calle y me sentí tan triste por quejarme sabiendo la nostalgia de ese señor que dejo más de 80 años de su vida atrás.
Una letras cálidas y nostálgicas que llegan al corazón.
Por lo general los ancianos son los más efectados por las migraciones, al menos desde el punto de vista emocional. Su vida se desarrolló en un espacio que aprendieron a amar y luego todo lo que les era estable desapareció para encontrarse en un mundo nuevo con gente y costumbres nuevas.
En general es dura la vida del migrante, indistintamente de la edad.
Saludos amiga. Gracias por tus palabras.
Como siempre ese sabor amargo de los microcuentos... Es un sentimiento doble el tener la historia pero no tener un desenlace Y peor aún si nos ponemos soñadores y esperamos que todo llegué a buen término.
A ese señor le tocó lo más duro, que es sentir que todo se pierde y lo único que no perdemos está tan lejos de nuestras manos, mantener esperanza en algo tan ajeno a nuestra realidad actual es triste, pero es bello poder vivir esos recuerdos al menos.
El gran Kierkegaard decía que el hombre (el ser) solía realizar uno de dos movimientos para mantenerse aferrado a lo deseado. El movimiento de la Fe, cuando se entrega a algo con la certeza de que algun día va a suceder; o el movimiento de la resignación absoluta, cuando se entrega de lleno a ese algo, aún sabiendo que nunca va a suceder.
Es difícil saber en cual de ellos se encuentra el personaje, pues no solo está lejos y perdiendo la memoria y hasta la razón, sino que es dependiente de alguien más. El destino parece ya no estar en sus manos.
Gracias por pasarte y aportar, como siempre, con tus buenos comentarios.
Lindo relato donde están latentes dos problemáticas que golpean muy fuerte: la pérdida de memoria de los ancianos y el problema de la emigración. Saludos
Saludos amigo Félix.
También es cierto que en la edad adulta los sentimientos tieden a exacerbarse, haciendo que la persona se aferre más a lo conocido a eso con lo que ha vivido buena parte de su vida.
Gracias por apreciar y valorar este relato.
Se me pasó este post, ya decía que hacía tiempo que no publicabas. Bien tratado, y con esperanza. Mi padre padeció de Alzheimer durante años, hasta su muerte, de alguna forma nunca perdió un pequeño hilo que lo ataba a realidad, a la de la familia. Un abrazo