Saludos, mi estimado Javier @janaveda.
Me disponía a escribir acerca de los pasos a seguir en estos días en relación con mi emprendimiento jabonero, cuando buscando un título atractivo para la publicación, me viene a la mente una frase relacionada con un libro leído hace mucho tiempo, lo busco en Google para confirmar mi memoria y encuentro que hace poco, lo llevaron al cine.
Interesante, puedo reseñar una película que no he visto y que la crítica considera mejor que una versión anterior, pero como casi siempre sin superar a la versión en papel.
Paso a mirar que etiquetas usaría mi amigo Javier y aquí estoy, sin decir nada acerca del vegetarianismo y como nos parecemos, como para no tocar ciertos temas con nuestras hijas. La programación cultural es más fuerte de lo que parece.
En cuanto al consumo exclusivo de vegetales, excluyendo carne de animales, incluidos aves y peces o sus derivados. Considerado por algunos pensadores un signo de evolución de la conciencia, trae ciertas dificultades nutricionales para sustituir las proteínas que por miles de años el cuerpo tomaba de estas fuentes, que por diferentes motivos se dejan de consumir.
Aunque vegetarianos y veganos aseguran sustituir todas las proteínas animales consumiendo leguminosas, recuerdo a mi sobrina yogui, que durante su embarazo se vio forzada a su pesar a abandonar el consumo exclusivo de vegetales por el bienestar físico de su persona y la de su hijo.
En ocasiones hago bromas defendiendo los derechos de las lechugas, que también son seres vivos, y nos las comemos vivas, incluso las torturamos con sal y vinagre para ahogarlas en aceite.
Hasta donde respetar la vida de los demás, incluidas otras especies, si hasta los planetas y estrellas tienen conciencia.
Quizás un día evolucionemos y nos alimentemos exclusivamente de la energía emitida por el sol.
De momento que cada quien actúe de acuerdo a su nivel de conciencia y/o creencias, respetando al otro, sin sentirse superior o tratar de imponer su posición.
Así lo veo. Un tema para seguir debatiendo mientras en la dentadura tengamos colmillos.
Un fuerte abrazo.
Hola, Félix
Más que condicionamiento cultural, creo en el encuentro de almas afines como las nuestras. Del vegetarianismo, bien por lo que lo practican, ya por idealismo tipo budista, o por moda nutricional, aunque muchos, ahora, son forzados a ellos por escasez. En cuanto a la novela, está en boom en virtud de que su autora ingresó a los ganadores del Nobel.
Saludos, mi amigo. A la espera de tu post jabonero.