Buenos días, ahí va mi respuesta:
Las emociones tiene un valor de supervivencia, y en ocasiones el "punto medio" no sirve. En caso de peligro, un emoción intensa, incluso extrema, puede ayudar a afrontar la situación, el punto medio seguro que es muerte segura.
Ahora suponemos una situación inversa, lúdica. En este caso el punto medio lo que nos va a probar es de disfrutar al 100% de los placeres de la vida.
Además, el "mecanismo" emocional es innato y cuando se dispara, "inhibirlo" solo puede generar enfermedades. Lo que no sé expresa por un lado sale por otro
Lo ideal es poder manejar todos los momentos de forma adecuada, incluso aquéllos que requieren de una respuesta emocional intensa o extrema.
Se pueden tener problemas con el control emocional, claro. Puede ocurrir que por cosas insignificantes la emoción, la ira o el enfado, nos atrapen, y eso no es una buena cosa. Pero no creo que eso sea un argumento favor de la idea del "punto medio".
En estos casos es bueno trabajar con técnicas de estabilización emocional, pero el trabajo fundamental es tratar el problema, y preguntarse por qué hay tanta desproporción entre lo que sucede en la realidad y el malestar que nos genera.
Esto, aclaro, es mi opinión. Y no voy a aburrirte más.
Qué tengas un gran domingo Yolernis.