Last Saturday, stress had me trapped. I had spent all day cooking and taking care of my grandparents, and I'm not going to lie, I was exhausted. But my brother, who always knows how to lift my spirits, arrived with a couple of bottled Cristal beers to share.
In case you don't know, Cristal is one of Cuba's most iconic beers. It was launched in 1888 at the Bucanero brewery in Holguin, and since then it has been a favorite of many for its freshness and lightness, perfect for our tropical climate. Although, to be honest, it has never been my favorite. But perhaps the heat, tiredness or simply the moment made it taste better than I remembered.
However, if we are talking about preferences, my beer heart belongs to the canned Cristal Max. It has that "something more" that I love: a stronger flavor, more character, and that effervescence that makes me feel like I'm enjoying something special. But hey, the classic Cristal had its moment that Saturday, and I enjoyed it.
With my brother by my side, cold beers and good conversation, all the stress of the day was melting away. In the end, I realized that it doesn't matter if it's a bottle or a can, a Cristal or a Max, what really makes the difference is the sharing. Because a good beer always tastes better with good company.
And you, what do you prefer: bottle or can? Tell me about it!
Versión en Español
El sábado pasado, el estrés me tenía atrapada. Había pasado todo el día cocinando y cuidando a mis abuelos, y no les voy a mentir, estaba agotada. Pero mi hermano, que siempre sabe cómo levantarme el ánimo, llegó con un par de cervezas Cristal en botella para compartir.
Por si no lo saben, la Cristal es una de las cervezas más icónicas de Cuba. Se lanzó en 1888 en la cervecería Bucanero de Holguín, y desde entonces ha sido la favorita de muchos por su frescura y ligereza, perfecta para nuestro clima tropical. Aunque, siendo sincera, nunca ha sido mi favorita. Pero quizás el calor, el cansancio o simplemente el momento hicieron que me supiera mejor de lo que recordaba.
Sin embargo, si de preferencias hablamos, mi corazón cervecero pertenece a la Cristal Max de lata. Tiene ese "algo más" que me encanta: un sabor más fuerte, más carácter, y esa efervescencia que me hace sentir que estoy disfrutando algo especial. Pero bueno, la Cristal clásica tuvo su momento ese sábado, y lo disfruté.
Con mi hermano a mi lado, las cervezas frías y una buena conversación, todo el estrés del día se fue desvaneciendo. Al final, me di cuenta de que no importa si es una botella o una lata, una Cristal o una Max, lo que de verdad hace la diferencia es el compartir. Porque una buena cerveza siempre sabe mejor con buena compañía.
Y ustedes, ¿qué prefieren: botella o lata? ¡Cuéntenme!
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All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
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