Qué hermosa reflexión.
La humildad nos lleva a rendirnos ante Dios con confianza, sabiendo que Su voluntad siempre es buena, agradable y perfecta. Cuando soltamos nuestras cargas y nos apoyamos en Él, encontramos paz en medio de cualquier circunstancia.
Gracias por compartir esta verdad tan poderosa.
Bendiciones